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viernes, 26 de octubre de 2012

BUENOS AIRES, LA MECA AMERICANA. Por Edgardo Ieraci


De país colonial, paso a ser un país en el que se recibía inmigrantes europeos, claro, no los que esperaba la generación del 80. Llegaron italianos, españoles, polacos, alemanes y otros que no llenaban las expectativas de país civilizado que se convirtiera en la Europa de América.
Ya entrando en la mitad del siglo XX una ultima andanada de italianos y españoles pisaron nuestro suelo pero no ya una inmigración sino una migración desde las distintas provincias llegaron a la Reina del Plata.
Correntinos, Santiagueños, Riojanos fueron poblando no solo la ciudad sino el conurbano bonaerense. Así los antiguos casas señoriales se fueron convirtiendo en conventillos, uno de ellos llego a llamarse 14 provincias.
Ya no se escuchaba solamente la verdulera del italiano nostálgico o el canto andaluz de los españoles, ahora la guitarra y los bombos daban paso a zambas y chacareras.
Hasta una primera dama, los llegó a llamar mis negritos, ya tenían identidad propia. Dejaron el campo para el cual habían nacido y ahora eran albañiles o se dedicaban al canto. Con la crisis de los 90, los hijos de esos migrantes provincianos, comenzaron a sufrir la falta de trabajo y volvieron a la ciudad de Buenos Aires, uno de ellos, vamos a llamarlo Emanuel, nos dejó su testimonio.
 
Ante nuestras preguntas, contestó:
 
- Mire amigo, yo vengo desde Berazategui.- Cuando le preguntamos dónde quedaba, nos dice, allá y nos señala al sur, pasando Quilme (ojo no es falta de ortografía, no pronunciaba las s).

-Yo trabajaba de changarín y me quedé sin trabajo. Por eso me vine pa’ acá.

-Y dónde estas viviendo?

- Aquí cerquita noma.- Y nos señala con su dedo un edificio abandonado.

 
Esta es un historia más de la París Argentina, la que vemos todos los días pero que no la entendemos, ¿Será que creemos ser  todavía la generación del 80?

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