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miércoles, 29 de enero de 2014

ESTA CANSADO Por CECILIA GONZÁLEZ GERARDI


 
 
A Juan Castro

 

Está cansado.

Alucina.

El teléfono sigue sonando.

Afuera

le espera,

paciente.

Se toma las manos con la cara.

Se humedece.

El teléfono suena.

Se levanta.

Se sienta.

Se acurruca en la alfombra tomándose las piernas flexionadas.

Se detiene.
 

El teléfono sigue sonando.

Gira sobre sí.

Abre la mandíbula como queriendo exhalar un grito

inexpresable.

Mas calla.

El teléfono suena.

 

Puede verlos.

Se cubre los ojos.

Ése no es el problema.

Se sienta cruzando las piernas.

Está descalzo.

El teléfono sigue sonando.

Se sujeta del almohadón más cercano.

Cae al suelo.

Se toma del sofá.

Se yergue con dificultad,

pausada, pero decididamente.

El teléfono suena.

Eleva el rostro.

Está cansado.

Se desplaza abriéndose paso entre los obstáculos.

El teléfono sigue sonando.

Avanza,

los ojos entreabiertos,

la respiración esforzada,

los pasos

como arrastrados.

El teléfono suena.

Los pies descalzos.

El rostro cansado.

El cuerpo harto.

Avanza.

El teléfono sigue sonando.

La cortina estremeciéndose.

La ventana abierta.

Se detiene.

Mira hacia atrás,

como queriendo...

El teléfono suena.

Traspasa el umbral.

Se detiene.

Aguarda.

El teléfono sigue sonando.

La brisa golpea su rostro.

Es detenido.

Los pies cansados.

El cuerpo descalzo.

El alma vacía.
 

El teléfono sigue sonando.

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