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martes, 29 de abril de 2014

Sharon Olds - A veces

Sharon Olds



Y después, a veces, acabaste muchas veces
y sentís que no podés parar, y él no quiere parar,
en el resplandor sombrío casi sonriendo,
y podés escucharlo cantar bajito,  
pensás que seguro está sonriendo, o gimiendo un gemido
en un jadeo, casi acabando también, pero él
quiere que esto siga y siga, el amor
que baila fuera de tiempo – y, después,
parece que nunca terminará, vas sin
dirección, te fuiste hacia algún
centro del placer, ya no podés
dejarlo y volver, acabás de nuevo
sin haber vuelto a empezar, ya no estás más
yendo violenta hacia eso,
vos sos la cosa que hace eso, como si pudieras
perder todo lo otro, acá –
si no hubieran estado sellados en lo pleno, sintiéndose
completamente, podrías estar cansada, perdida,
como si nada se pareciera a tu casa, como si
esto fuera tu casa,
sin propósito, como si cada red
de latidos deshaciéndose fuera un pulso de lo existente
sin principio ni final. Vos te caés dentro
por la tarde, y sólo esos sonidos de
amor y ese toque del amor –como un picnic
familiar, a la distancia, escuchado por un ermitaño
detrás de las ramas de un pino – te salvan de la desesperación.





Sometimes

And then, sometimes, you have come many times
and you feel you can’t stop, and he doesn’t want you to stop,
in the somber radiance he almost laughs,
and you can hear him hum, with a bass purr, you
think he may be smiling, or he’ll groan a groan in a
gasp, almost coming himself, but he
wants this to go on and on, love
dancing outside time – and, then,
it seems it may never end, you grow
directionless, you have fallen into
some center of pleasure, you can no longer
leave and come back, you came again
without having left, you are no longer,
ever, driving wildly toward it,
you are it, one who does this, as if you could
lose everything else, here –
if you were not sealed in bliss, feeling
complete, you could be exhausted, lost,
as if nothing would point you home, as if
this were your home,
purposeless, as if each net
of undoing throbs were one pulse of what had
no beginning nor end. You fall into it
for an afternoon, and only those sounds of
love, and that loving touch – like a family
picnic, at a distance, which a hermit hears
behind the pine boughs – keep you from despair.

de Blood, Tin, Straw (2005)
Versión Noelia Palma



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