EL HOMBRE MODERNO
(El día)
el hombre moderno dice:
el 26 de octubre tenía ganas de morirme
mientras viajaba en ómnibus
a las tres de la mañana
sé que hay cosas más importantes
en la vida del mundo
en la vida de millones de hombres
pero hablo
conociendo el tema
de lo que le pasa a uno entre millones
hablo de uno que el 26 de octubre
tenía ganas de morirse
mientras viajaba en ómnibus
a las tres de la mañana
y digo nombro al mundo entero
a los millones que a esa hora
morían de verdad nacían
esperaban
volvían a sus casas
o podían morirse como estaban
si Pompeya (otra vez) el mundo entero
se borrasen por razón de guerra y de locura
o por una información equivocada.
NO PUEDO DECIRLO DE OTRO MODO
vendrá un día un día vendrá un día
habrá un día
una mañana
y tendremos lo que fuimos somos
hubo un día
una marsopa
un escabel un pámpano en el aire
no puedo decirlo de otro modo
cuando me pongo a conversar sobre estas cosas
mi intención es ser muy claro y muy resuelto
no puedo decirlo de otro modo
vendrá un día un día vendrá un día
una mañana
y todo será muy claro y muy despierto
ELLA SE PROLONGA
ella se prolonga en sus ojos y manos tendidos
hacia los trenes que pasan muy cerca
en el silencio batido incesantemente
por un sueño frío
por una fría locura sin amparo
tú que sabes contar
y estás de pie
y en tu alma recompones el amanecer
y simulas el recuerdo
la unitaria claridad de los días sobrevenidos
sientes la presencia
de una memoria rota
de una sonrisa a la deriva
de unas manos
de un vuelo
de un breve valle que ardió en el ocaso
¿cómo decir que ya no está el fuego
y las paredes caen y pasa el viento entre las sombras?
tú puedes ser nombrado y miras simplemente
como un viajero más
hacia los altos
pero allí quedó
-es vano el ocultarlo-
la sangre que trepaba al sol en el verano
allí quedaron sus ojos deslumbrados
y un alba común
anochecida
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