domingo, 29 de julio de 2018

CRITICA A LA OBRA TEATRAL "SOLSTICIOS" DE DANIEL PIEDRABUENA





La familia como motor fundamental de vida, punto desde el cual se parte y al cual se regresa una y otra vez cuando no se encuentra salida, solo con la intención de lograr aplacar todo aquello que turba la mente y así sin más iniciar de nuevo.
Solsticios, parece iniciar desde antes del ingreso a la sala, dado que se vive un clima cálido y familiar en el espacio de espera, el cual hace parte de la casa donde se llevara a cabo la representación.

Se puede sentir la energía del equipo y la pasión con que trabajan desde el primer contacto con el espacio. Pocas veces se tiene el placer de tener un preludio amoroso y familiar que anticipa ser una noche especial con un tinte melancólico pero donde prevalece el amor familiar.

La obra tiene lugar en una casa antigua y se desarrolla en diferentes espacios de esta, por lo cual la casa hace parte de la escenografía y logra que el espectador se sienta invitado no solo como tal, sino como parte de esa noche que están por compartir y vivir. Por otro lado, el uso de los diferentes espacios de la casa, su puesta de escena minimalista y la iluminación en momentos decisivos son muy acertados y colaboran en la construcción individual que cada espectador hace de la obra según sus experiencias vividas.

Es una obra que involucra e interpela constantemente al espectador, el cual de una u otra forma se identifica con lo que ve y logra compenetrarse, dado que trata de situaciones de la vida de las cuales nadie está exento.

Se puede observar un inicio con buen ritmo y con una unidad de opuestos marcada por los dos hermanos, los cuales abren la puerta a la ficción de una manera fresca y divertida pese al drama que se vive internamente ante la enfermedad que vive uno de ellos. La llegada de la madre desencadena una serie de hechos que definen aquella noche especial y que lleva al momento culmine de la obra.

La hermandad, la maternidad,  el querer lo mejor para el otro e intentar tapar lo que sucede para evitar el sufrimiento, la angustia por no poder cambiar lo vivido, el exceso de presente y la ansiedad por el futuro, son algunos de los puntos a recorrer y habitar en el transcurso de la representación.

También cabe destacar la actuación de la actriz y de los  actores que con su gran potencial y energía hacen posible el tránsito de diferentes emociones y sensaciones. Es notable la comunión grupal y el goce con el que están en escena, lo cual hace aún más disfrutable cada situación. Se puede decir, que la concentración, el habitar cada momento, el estar presente y contribuyendo a su compañero, la escucha y la pasión hacen parte del trabajo de cada uno de ellos.
Aplausos, emoción, amor y reflexión es lo que se puede observar al terminar la obra. Es una linda manera de recordar cuán importante es la familia y cuantos significados de ella existen, recordar que somos seres que por alguna razón nacimos dentro de determinado vínculo y que siempre sin importar como, vamos a estar rodeados de amor y cuidados.

ACTUAN
·        Leandro Giottonini
·        Emanuel Rojas
·        Gabriela Picarelli

Diseño de Iluminación: Daniel Piedrabuena
Diseño de Vestuario: Daniel Piedrabuena
Asistente de Producción: Federico Echecury
Asistente de Dirección: Federico Echecury
Dramaturgia y Dirección: Daniel Piedrabuena


Critica: Alejandra Moreno

Dirección: Luis Saenz Peña 663CABA
Funciones:Domingos, 18:00 hs.
Lugar: Teatro Silencio de Negras



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