La razón por la
cual se cacarea en tiempos de SIDA,
tiene que ver con la necesidad de mostrar
nuestros aciertos,
sin la ventaja de poseerlos del todo.
Compañero amigo,
la causa nos reúne otra vez.
Parecernos será lo mas atractivo
y lo menos
convincente.
Pero si a todo esto le sumamos
la inconfundible letra O,
habremos
pasado a formar parte del bien.
La duda no tiene
límites,
por lo tanto nos justifica.
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