viernes, 25 de mayo de 2018

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "AMAR, AMAR, AMAR"





Observamos un recodo en un bañado, un remanso de un río, vegetación, flores, plantas acuáticas, agua, nenúfares, flores de irupé...y al Hombre Muerto, y a la Novia Errante, como fantasmas de lo que han sido, como leyendas de lo que son.

El amor los convoca en ese espejo de agua, pasaje de un mundo con la solidez de la carne, al otro mundo, el de lo efímero e inasible, tránsito órfico a lo desconocido. Aquel mundo, del que nadie vuelve, dicen…

Pero a ellos los reclama un amor como un turbión, una risa en la siesta, el chapotear de un niño, un reflejo de luna en el río, una brisa, una palabra galante, el cuello esbeltamente  inclinado de una mujer, una novia en el tiempo, un hombre con lo que un hombre desea y teme, la eternidad.



Ambos, la Novia Errante y el Hombre Muerto, llevan separados mil años y se encuentran y se pierden en un juego de repeticiones, levemente iguales, sutilmente diferentes, para volver a sumergirse en las insondables profundidades  pobladas de voces y sombras,  y miríadas de peces que los miran con ojos de asombro…

Una escenografía expresiva, la iluminación brinda climas de ligereza y ambigüedad. La música en escena envuelve el relato aunque no siempre resulta funcional. Tal vez menos es más. Buenas actuaciones conforman un espectáculo para apreciar, como se puede leer un cuento de J.J.Saer en una siesta del estío.


                  
Dramaturgia:  Fabián Díaz

Música: Mercedes Lescano

Escenografía y Vestuario: Isabel Gual

Elenco: Gabriela Pastor, Fabián Díaz

Dirección: Manuela Mendez

Prensa: Correydile Prensa

Crítica: Gustavo Oviedo

                                           Sábados 20 Hs.   Teatro Abasto Social Club

                                                            Yatay 666  CABA


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