Tanto suspirar…
sólo un suspiro
valió la pena.
un manojo de
incertidumbres
celestiales
hasta donde pude
ver
se trepaban a un
terremoto,
entonces pensé
en un abismo
que de tan profundo
se volvió infinito,
no hay manera de
meterle razón
a esto,
ya se me fue de
las manos.
La locura no
frena,
nunca frena,
no frena los
abrazos,
ni los amores,
ni los
prejuicios,
una escalera
inmortal
desde la que
siembro la semilla
más inquieta e
imperecedera,
allí en lo alto,
arrojo mi
sensación de volar,
más no vuelo,
los pájaros
sabrán entender.
Ana Laura Albanece, tiene 35 años, es oriunda de la ciudad Carmen de
Patagones pero vive en Mar del Plata desde hace dos años, escritora aficionada,
su curiosidad por la escritura surgió como una necesidad ineludible, una responsabilidad, según nos cuenta.
Luego
de haberse separado por algunos años de la escritura, h avuelto y hoy en día,
ocupa un lugar primordial en su vida.
Con
idas y venidas la poesía es su canal de expresión preferido, con ella puede
volar, investigar muy dentro suyo de una manera casi alborotada, totalmente
desprejuiciada. Escribe desde los 13 años, edad en la que surgen gran cantidad
de interrogantes, que son los que la han movido a esta busqueda incansable de
libertad a traves de las palabras.
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