viernes, 30 de noviembre de 2018

CRÍTICA A LA OBRA EL CRUCE SOBRE EL NIÁGARA





Charles Blondin (1824/1897), acróbata francés, entre otros desafíos, cruzó las Cataratas del Niágara caminando sobre una cuerda y lo hizo en varias oportunidades. Portando una larga vara, con los ojos vendados, arrastrando una carretilla, cargando a una persona sobre sí o deteniéndose a mitad de camino para cocinar una tortilla, todas ellas eran opciones válidas a su rutina de caminar por la cuerda floja por sobre una abismo acuoso.

Un Blondin ya maduro y seguro de su espectáculo, recibe la visita de un admirador joven y desafiante, un apologista descontento, alguien para quién su héroe (Blondin mismo) se ha convertido en un empresario más que un acróbata, un hombre ya tan seguro de su espectáculo que no resulta inquietante y solo vale para contar el dinero. El joven admirador le reclama a su héroe que sea inconformista, que no haga de la audacia un negocio sin vuelo ni desafío.

Le reclama que sea la razón por la cual él está allí: un hombre que camina vida a cada paso y no uno que cuenta los billetes a cada metro.

Metáfora de estos tiempos tan grises, de mediocridad festejada.

El espectáculo está bien actuado y correctamente realizado.


AUTOR: Alonso Alegría

ELENCO: Adrián Navarro, Álvaro Ruiz

ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO: Sabrina López Hovhannessian

MÚSICA: Sergio Vainikoff

ILUMINACIÓN: Sebastián Crasso

DIRECCIÓN. Eduardo Lamoglia

           Teatro EL TINGLADO  
             domingos 16 HS
         Mario Bravo 948  CABA

Crìtica: Gustavo Oviedo


CRÍTICA A LA PELÍCULA "ROJO"






                                                                                “Cuando miras largo tiempo un abismo
                                                                                          también éste mira dentro de ti…”

                                                                                     Más allá del bien y del mal 
(F. Nietzche)



Una discusión  en un restaurante.
Quién no ha visto un altercado en un lugar público. Pero… ¿Si ésta discusión pone en juego lo que subyace? ¿Si pone en evidencia las fuerzas del phatos? Aquello por lo cual se disputa más allá de las formas. O más bien: dando sentido a las mismas. Allí: en esas palabras y no otras. Allí: en esos gestos precisos. Ahí, es donde un fino observador (un inspector del alma humana, un pesquisa del espíritu de una sociedad) verá los síntomas de aquello que bulle en lo interior…

Rewind: un restaurante en un pueblito de provincia está repleto de comensales, no hay mesas disponibles. Un hombre de impronta irascible increpa a otro, que ocupa una mesa pero aún no consume. El hombre irascible es un extraño y el ocupante de la mesa es el doctor Morán, es el abogado del pueblo, una de las “fuerzas vivas”. El tiempo es finales de 1975.

El episodio termina en escándalo, el extraño es expulsado y, con la llegada de la señora Morán, la cena continúa tal como deben las cosas continuar.

Salen los Morán a la fresca noche y cuando suben al auto son apedreados por el extraño, Morán lo persigue furioso y pelean. El extraño saca un arma, apunta al doctor y a la señora, y en un arrebato se dispara a sí mismo en el rostro.

El abogado sube al hombre herido a su auto, deja a su mujer en su casa diciéndole que irá a otro pueblo para que lo atiendan, que en su pequeño pueblo nada podrán hacer por el hombre. Raudamente sale a la ruta. Maneja.
Hasta el desierto. Allí arroja el cuerpo del extraño, que herido, aún tiene vida.

Y todo seguirá igual para el doctor Morán, el respetado abogado del pueblo, esposo y padre de familia, respetuoso del orden y las tradiciones, fuerza viva del lugar…

Luego, lo que sigue después, tendrá los componentes de un policial, algo de misterio y mucho de los climas del cine de los hermanos Coen.

Benjamín Naishtat construye un relato denso y ominoso. Las circunstancias previas al golpe militar de 1976 y el conocimiento del espectador del sangriento período que se avecina, resulta un marco referencial de inquietante dramaticidad. El extraño arrojado al desierto es pariente de una familia amiga de los Morán, quienes contratan a un famoso y mediático detective, para ayudarlos a encontrar a su pariente desaparecido. Este astuto detective, mezcla de visionario carismático, ambiguo, filoso, tan inmoral como efectivo, más fiel a su sagacidad que a quien lo contrata, este personaje resulta uno de los motores del relato.

En tanto, un espectáculo que se prepara como muestra de fin de curso, en el colegio de la hija de los Morán: una suerte de coreografía que muestra a unos salvajes aborígenes rodeando a un grupo de gente de raza blanca, una mujer es raptada, nos remite al constante tema de la cautiva y al inconcluso tópico argentino, aquel de civilización y barbarie. Esta segunda línea del relato contrapuntea sutilmente con la narrativa principal.

“Rojo” tiene muy buenas actuaciones, las de Darío Grandinetti y Andrea Frigerio (como los Morán), la de Diego Cremonesi (como el extraño suicida), la de Alfredo Castro (como el detective: deudor de Tiresias y de Hércules Poirot).

El tratamiento fotográfico del brasileño Pedro Sotero, utiliza el zoom para puntualizar el sentido dramático de las escenas y la dominante de los rojos y ocres crea un ensamble de peligro que parece provenir de fuerzas muy superiores a la de los personajes. Como en una tragedia griega se sabe lo que pasará, pero todo y todos se dirigen directo al abismo.

Benjamín Naishtat diseña un film potente y bien construido. Como un preciso mecanismo de relojería, como una bomba: estética y culturalmente autoreferencial. Tan encantadora como una profecía.
Tan hipnótico como un eclipse.



ELENCO: Darío Grandinetti, Andrea Frigerio, Alfredo Castro, Diego Cremonesi, Caudio Martínez

GUIÓN:  Benjamín Naishtat

FOTOGRAFÍA:  Pedro Sotero

EDICIÓN:  Andrés Quaranta

MÚSICA: Vincent Van Warmerdam

DIRECCIÓN:  Benjamín Naishtat

ORIGEN:  Argentina (2018)

Crítica: Gustavo Oviedo


sábado, 17 de noviembre de 2018

SELECCIÓN DE POEMAS DE LA POETA PILAR BARRIENTOS





SEAN CONNERY LEE POESÍA 

Sean Connery  sostiene un libro entre los dedos 
un libro de poesía, lo sé 
es evidente por la forma en que  toma su lomo 
entre el pulgar y el índice de su mano derecha 

el libro va elevándose en el brazo 
se pliega en su camisa de mangas cortas  
apenas desabrochada 
y se expande en su pecho 
trepa por el cuello el rostro la mirada 

Sean Connery lee poesía 
y su cabeza se inclina reverencial  
 un mechón engominado  
cae sobre su frente 
puedo adivinar su nuca limpia 
ofreciéndose a mi boca 
que dice: este hombre que lee poesía  
es toda la poesía que necesito 



ÁTAME 

armadura engañosa 
que sojuzga la piel 
bien prensados están los nudos básicos 
sujetan cada paso 

casi inmóvil 
sollozo de placer 

este shibari de sogas invisibles 
me tiene encadenada a tus caprichos 
no intento ser Houdini no 
dejo que el suave y tenso roce 
de las fibras 
eleve mis sentidos 
si estas amarras ceden 
¿quién tensará la cuerda? 

CONYUGAL  

rendida  
luego de un día intenso de trabajo 
me esperaban  
sus milanesas enormes 
yo mordía el pan crujiente 
disfrutaba del vino 
y escuchaba sus lamentos domésticos 

Pude advertir entonces 
qué glorioso el privilegio  del varón 
cuando regresa cada noche al hogar: 
la cena lista 
la cama perfumada 
el baño en paz 

Besé sus labios 
para cerrar su boca 
le dije: todo estaba riquísimo mi amor 
se sonrió  
y brindamos 

Pensé que el costo de una vida ordenada 
es un mantra de reproches  
sobre un mantel a cuadros,
una bicoca.


Pilar Barrientos nació y vive en Buenos Aires. Es docente y finalizó estudios de Ciencias de la Educación y Antropología en la UBA. Realizó taller de narrativa con Juan Forn y actualmente cursa los talleres de poesía que coordina Osvaldo Bossi. 
Algunos de sus poemas pueden leerse en la página https://www.facebook.com/lapasajeraentransito/.
En 2018 ha publicado su primer libro de poemas: "Los infortunios del amor". por Editorial Alción.

  



jueves, 15 de noviembre de 2018

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "SAVERIO EL CRUEL"






Un reloj que suena constantemente marcando el paso del tiempo.  Las luces dan vida a un cuadro fuera de lo normal, a las fantasías de Juliana y a la realidad paralela en la que viven sus primos. Un vendedor de manteca al que convierten en el personaje que necesitan para continuar aquella fantasía, un juego de saltos entre un mundo y el otro, para que ella pueda despertar de ese extraño sueño. Una broma que crece hasta dejar de ser risa para convertirse luego en algo siniestro.
Saverio El cruel, una obra que ahonda en los más profundos y oscuros recovecos que el ser humano lleva dentro. Los personajes incitan al público a ser partícipes, a ser cómplices de dar el paso faltante que quebrantará los límites de la razón.
Los actores están presentes en la vivencia, con cuerpos disponibles y permeables a los cambios, a las transiciones entre lo real y la locura, abiertos al crecimiento que conlleva habitar aquellos personajes, quienes mantienen un ritmo latente que crece hasta llegar al su punto cúlmine.
Con una escenografía contundente y un espacio teatral que representa con exactitud el lugar en el que se desarrolla la trama, con iluminación, música y vestuarios que completan el ambiente guiando los caminos que trazan los personajes, la obra logra atravesar al espectador.
Se dan a luz dos momentos alucinantes donde los personajes dejan caer sus máscaras, mostrando su verdadero ser, cínico, sádico y perverso. A través de los mismos objetos presentes y el vestuario misterioso que incita a la oscuridad, se pueden apreciar las personalidades. Nace la excitación, una diversión diabólica que los corrompe, que incita a Juliana a dejarse ir. Respaldarse en aquél juego, ahora, ya no justificará ninguna acción.
La obra pone de manifiesto que las sombras interiores pueden nacer como un juego y pasar a convertirse en una realidad innegable. Tras ver Saverio El cruel, el espectador se retirará pensando si las tentaciones de los colores, la risa, y el placer de cumplir sus fantasías, son capaces de generar que se comience a vivir verídicamente una realidad alternativa.


Ficha técnico artística

Actúan:Martin Castagnino, Estefania Cortese, Noelia Fernanda Moreira Suarez, Dana Marinella, Mariel Moauro, Ariel Sueldo, Carla Tejada Barbeito
Iluminación:Pablo Calmet, Uriel Guastavino
Diseño de vestuario:Cynthia Luciw
Diseño de escenografía:Cynthia Luciw
Realizaciónde escenografía:Compañia Buraleo
Realización de vestuario:Compañia Buraleo
Asistencia de dirección:Camila Martinez
Producción:Compañia Buraleo
Dirección general:Uriel Guastavino
Duración:60 minutos
Clasificaciones:Teatro, Adultos
Crítica: M. Victoria Giacoia


EL PISO
Hidalgo 878 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4958-6016
Entrada: $ 250,00 - Domingo - 20:00 hs - Hasta el 23/12/2018

miércoles, 7 de noviembre de 2018

ENTREVISTA LITERARIA A LA ACTRIZ Y CANTAUTORA SOLEDAD VILLAMIL




LLTV: ¿Podrías mencionar los tres libros más importantes que hayas leído, o que mayormente te hayan constituido como individuo?
SV: La guerra y la Paz, de Tolstoi. La trilogía Nuestros Antepasados, de Italo Calvino. Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.

LLTV: ¿Cuáles son tu momentos propicios para escribís?
SV: Son muy variados y dependen del momento. Donde me agarra la inspiración anoto siempre, donde sea, en un bar, en el auto, en una plaza. Después con ese material suelo trabajar en mi casa, sobre todo por la tarde, noche.

LLTV: ¿Último libro que leíste?
SV: Tierra desacostumbrada, de Jhumpa Lahiri.

LLTV: ¿Qué libro te marcó algo para siempre y por qué?
SV: Muchos. Cuando conecto con un libro, y muchas veces es con un autor o autora y leo varios de sus libros, me cambian, me marcan. Puedo asumir nuevos puntos de vista, nuevos mundos, situaciones, personajes. Es una experiencia tan real como si me sucediera en la vida. Recuerdo cuando a los 13 años en unas vacaciones de invierno en Miramar leí por primera vez Cien años de soledad. Viví sumergida en ese mundo durante días. Solo paraba de leer para dormir. Todo lo demás lo hacía leyendo. Comer, caminar por la casa, salir a dar una vuelta por la costanera con el viento frío del mar. Todo leyendo.

LLTV: ¿A qué personaje de qué libro invitarías a tomar un café para conversar profundamente, y por qué?
SV: A Elizabeth, de “Orgullo y Prejuicio”. Me encantaría poder profundizar en sus sentimientos y las reflexiones de ese incipiente feminismo relatado por Jane Austen.

LLTV: ¿A qué personaje de qué libro te gustaría invitar a comer en tu casa, dispuesta a pasar un buen momento, y con ánimo de divertirte?
SV:  A Mr. Pickwick y todos sus compañeros del “Los papeles póstumos” del Club Pickwikc, de Dickens. Son desopilantes.



LLTV: ¿Recordás haberle leído a alguien en voz alta alguna vez, haber sostenido una lectura compartida?
SV: Mucho. En principio a mis hijas les he leído mucho en voz alta y también inventado cuentos para la hora de dormir. Leer en voz alta y las lecturas compartidas son una costumbre familiar que me viene de chica y que disfruto mucho.

LLTV: ¿Recordás qué libro te generó muchísima expectativa y te defraudó en la misma o mayor proporción?

SV:  No recuerdo en este momento.

LLTV: Hiciste un ciclo de Popurrí en el Torquato Tasso que terminó el domingo 28 de octubre. ¿Tenés nuevas fechas cerradas hacia fin de año donde te podamos ver?
SV:  El 16 de Noviembre hacemos un show en el teatro Teatrix de Mar del Plata y el 23 en el Teatro Roma de Avellaneda.

LLTV: Popurrí se presenta como un encuentro de canciones, géneros e historias. ¿Con qué show se va a encontrar el público?
SV: Justamente con eso. Un Popurrí. Que es un título que me permite hacer canciones variadas, de los cuatro discos y también contar algunas historias relacionadas con ellas.


 LLTV: En cine se te ve en dos películas “Las Grietas de Jara” y “La Noche de 12 años” (Esta última actualmente en cartel). ¿Nos podés contar sobre los personajes que compones en estos trabajos?
SV: Son muy diferentes, las películas y los personajes. En Las grietas… interpreto a una arquitecta, muy ambiciosa y bastante cínica (como todos los personajes de la historia) que tiene un costado muy oscuro que oculta. En La noche… personifico a una psiquiatra que atiende a Pepe Mujica en un momento en que empieza a tener desequilibrios mentales producto de los años que lleva encarcelado en las peores condiciones imaginables. Es un encuentro humano muy profundo dentro de una película muy dura pero esperanzadora a la vez.

LLTV: Seguramente tanto como actriz, como en tu rol de cantante y autora de tus canciones hay una Soledad Villamil que disfruta de algo particularmente de esos roles. ¿Cuáles sería en cada caso, y que características se comparten?
SV: Siempre se trata de contar historias, y eso es lo que disfruto sobre todas las cosas. Tanto actuando como cantando o escribiendo siento que estoy contando una historia, intentando transmitir al que escucha o al que ve emociones, mundos, personajes, ideas.

LLTV: ¿Proyectos para el 2019? Tanto en lo musical como en la actuación.
SV: Mi proyecto es ese, siempre seguir contando historias, en el formato que sea.



Entrevista: Walter Gómez