lunes, 27 de agosto de 2018

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "LAS PROBADORAS"





Bajo cierta penumbra se pueden ver dos mujeres, en un determinado espacio delimitado como si fuera un cubo, atrapadas con tan solo lo necesario para dormir, vigiladas desde el otro lado a través de una pantalla.

El sometimiento es el pan de cada día y la dulce espera de la muerte las mantiene vivas. Expectantes de lo que pueda pasar al ingerir cada bocado de comida, pasan los días sin noción de sol ni luna.

Sin tiempo y espacio determinado Nora y Margot deambulan entre los recuerdos del pasado, sus ansias frente al futuro, sus miedos y sus deseos. Son vigiladas por su victimario desde afuera, quien controla cada movimiento y conoce todo de ellas. Dos hermanas, dos miradas opuestas sobre la felicidad pero que confluyen en sus ansias de libertad, sometidas bajo un poder que las doblega y las obliga a hacer parte de un régimen, sin ningún tipo de beneficio pero con todas las posibilidades de encontrar la muerte.

Con una puesta en escena minimalista, Las Probadoras desde el primer contacto instalan tensión en el espectador y lo hacen parte de cada situación, logrando su total atención en el desarrollo de la obra. Cabe destacar la actuación de las actrices y del actor que en manera conjunta logran transitar diferentes estados y sumergir al espectador en ese viaje donde la ficción se ve atravesada por la realidad.


Ficha Artística

Autor: Pedro Gundesen
Intérpretes: Alejandra Hollender, Romina Moretto y Fidel Vitale
Asistente de dirección: Melania Barreiros
Dirección: Rubens Correa

Ficha Técnica

Diseño de escenografía: Natalia Byrne/Aureliano Gentile
Realización: Omar Enríquez
Diseño de vestuario: Daira Gentile
Diseño de iluminación: Leandra Rodríguez
Música original y efectos sonoros: Mariano Cossa
Voz en off: Mariano Cossa
Fotografía: Alejandra López
Diseño gráfico: Martín Lehmann
Producción Ejecutiva: Melania Barreiros
Producción General: Cooperativa "Las probadoras".


Critica: Alejandra Moreno

Dirección: Av. Pres. Roque Sáenz Peña 943 CABA
Funciones: Sábados, 21 hs
Lugar: Teatro del Pueblo

CRÍTICA AL FILM "EL AÑO DEL LEÓN"







El duelo. En 1977 Ridley Scott filmó una película sobre la historia de 2 militares franceses durante el período de las guerras napoleónicas. Su origen es un relato magnífico de Joseph Conrad. Estos soldados se la pasaron desafiándose y peleando en el transcurso de los años, sin poder ni querer evitarlo. Una joya. El duelo, tal el planteo de la directora Mercedes Laborde, es una dura, seca, agobiante disputa consigo mismo.

Flavia, pos fallecimiento de León su pareja, pasa sus días bajo el signo del dolor, constante, crónico, silencioso, aplastante. Flavia es una mujer de unos 40 años intentando seguir con su vida como puede. Le entrega el auto de León y otros papeles a la ex mujer, que al parecer se los ha reclamado judicialmente.

A cambio, le es “depositada” la hija adolescente de León, Lucía, que como muchos adolescentes es conflictiva y la agobia con reclamos. La chica le reclama a Flavia asuntos que se solicitan a una madre y Flavia no puede, ni desea hacerse cargo. Conoce a algunos hombres los cuales resultan apenas una forma de distracción, un oasis, en la zona desierta que lo cotidiano en su vida se ha convertido. El tema de la maternidad al parecer no contemplado por ella, ahora es motivo de observación dado el contacto sexual con otros hombres, y por un comentario de Lucía: León le habría confesado que no quería tener hijos con Flavia. Este conocimiento la interpela. Flavia se descubre en una nueva manera de vivir y aprende a aceptar lo que se le presenta. Entonces es cuando puede abrirse al contacto emotivo con Lucía y con todo lo nuevo que la vida le propone.

Buenas actuaciones. Tal vez la elección de otro estilo de sintaxis fílmica hubiera potenciado el relato dado la clave del mismo.


ELENCO: Lorena Vega, Malena Moirón, Julieta Vallina, Monina Monelli, Darío Guersenzvaig

FOTOGRAFÍA: Carla Stella

VESTUARIO: Franca Ostrovsky, Julián Rúgolo

EDICIÓN: Lorena Moriconi

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Mercedes Laborde

ORIGEN: Argentina. 2018.

Crìtica: Gustavo Oviedo

 Se estrena el 6 de septiembre en MALBA, Gaumont y otras salas  
                                  

miércoles, 22 de agosto de 2018

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "LEO TUS LABIOS"





Leo tus labios se desenvuelve sin prisa frente a nuestros ojos, a su tiempo desnuda una historia de amor que fue olvidada por 15 años, y que un día nos toma por asalto nuevamente, poniendo a sus protagonistas ante la encrucijada de seguir igual o despertar un amor pausado por el tiempo.

Planteada en 10 capítulos, bien podría convertirse en una novela, o ser contada en el cine, ya que maneja un lenguaje que se adaptaría a diferentes formatos con facilidad. Cada capítulo puede darnos mucho más, pero los tiempos del teatro son más acotados, y Leo tus labios resume a la perfección cada uno contando lo justo para ir comprendiendo y empatizando con estas hermosas y sufridas criaturas que se aman frente a nuestros ojos.

Su dramaturga, directora y a su vez protagonista, Eloísa Tarruella no nos defrauda una vez más, sabe moverse en esto que llamamos teatro, y sabe de contar historias humanas y tiernas.

Con válidos y poéticos recursos audio visuales, que a su vez nos sirven de separadores entre capitulo y capitulo, nos endulza los ojos y permite a su vez no tener baches ni tiempos muertos, que de otra forma serian difíciles de disimular. y dichos recursos visuales, están impecablemente acompañados por la música original, pensada especialmente para la obra, juntos hacen una dupla exquisita.

La historia va y viene en el tiempo, el vestuario, el peinado y también los modos de sus protagonistas nos hacen identificar rápidamente cuando estamos en el hoy, y cuando hemos viajado en los años para ir descubriendo que les paso a estos personajes.

Julio Bambill acompaña de forma precisa y correcta a Eloísa en esta bella historia, poniendo pasión y realismo a cada letra.

Por último, dato no menos importante, Leo tus Labios la podemos ver en Teatro Pan y Arte todos los viernes, y es a la gorra, en estos tiempos no fáciles, es un gesto de solidaridad y grandeza la decisión de ponerla al alcance de los vaivenes de nuestro bolsillo, y que en tiempos difíciles nos permite seguir disfrutando del arte.

Leo tus labios tiene gusto a primer amor, a esa inocencia que más allá del dolor que podamos haber vivido, muchas veces sigue intacta en las almas nobles. 

Nueva Propuesta Teatral, con dramaturgia y dirección de Eloísa Tarruella / Intérpretes: Eloísa Tarruella y Julio Bambill /

Prensa: Silvina Pizarro

Funciones: viernes, 21 hs. / Sala: Pan y Arte, Boedo 876

Entrada: A LA GORRA

Crítica: Noe Ragaglia

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "TRIGO"





Los recuerdos no mueren nunca y a veces aparecen cuando menos son necesarios para afrontarlos, es por eso que esta obra impecable nos trae situaciones complejas de recuerdos, historias y cosas que se revelan.

Trigo cuenta la historia de una familia en un momento difícil económicamente, de salud de la madre, entre otras cosas que hacen la sumatoria de que todo llegue a un punto culmine y es ahí donde está el drama absoluto en esta obra. Las anécdotas amorosas y de infancias de los protagonistas son contadas con una naturalidad y sutilmente emocionante para que cada uno pueda ser bien recibido en ese cuento. Una mucama de juega un rol fundamental de energía y diversión, pero también donde toca fondo en situaciones dramáticas donde se la ve en un estado de vulnerabilidad absoluta. Donde la solución tendría que llegar a la puerta de esta casa de familia, pero en realidad lo que llega son las verdades que se van a descubrir.

Con personajes adaptados a la perfección donde cada uno de ellos cuenta con una pieza fundamental como para entretener al público, sumergirlo en una nostalgia de la que se padece, nos invita a unirse a los juegos amorosos que atraviesan la historia. Por eso cada parte de la obra se hace tan aprovechable que no se deja escapar nada de lo que quieren contar.

Una dirección e interpretaciones actorales exquisitas donde la verdad juega un rol fundamental. Desde el vamos, a través de una guitarra te envuelve en ese ambiente de campo, donde transcurre la historia. Un juego espacial e imágenes adquiridas por los personajes que vale la pena ir a verla porque una historia tan conmovedora no merece ser desaprovechada.

Trigo se presenta todos los lunes a las 20 hs. En el centro cultural El Deseo, Saavedra 569, CABA

Ficha técnico artística
Prensa: Tehagolaprensa

Crítica: Leandro Giottonini



lunes, 20 de agosto de 2018

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "BERTA"






Es inevitable no sentirse interceptado por esta historia porque tiene similitud de una u otra manera con la historia de uno, en las anécdotas, en los recuerdos, las relaciones familiares, entre otros factores emocionantes. Cuando eso sucede en una obra de teatro se produce un agradecimiento sincero y el arte de transformar cumple su objetivo. No salís como entras, salís modificado. Algo toca.

Berta cuenta la historia de una anciana, que de cierta manera reclama constantemente el olvido de su hija por no ir a verla de manera seguida, pero es ella misma quien aprovecha sus momentos de soledad para hacer lo que siempre tal vez quiso: volver al pasado. Pero de una manera diferente, a través de los sueños lucidos. Es de esta manera que ella puede tener control de sus acciones y es ahí donde se cuentan las partes mas emocionantes y elegidas de forma sutil y románticamente por el dramaturgo, que en este caso es también el director de la obra, Fernando Lozano, quien lleva adelante esta pieza enriquecedora.

Otros condimentos que hacen de esta obra una bella y amena cita con las emociones, son los recuerdos, cosas que pensamos que olvidamos pero que están en uno, inconscientemente. Por eso que en la historia se va hilando una cotidianeidad atrapante, donde el humor y la ironía también juegan un rol fundamental. Se ve a los actores divertirse, pero sin salir de esa concentración que hacer que Berta sea una obra que vale la pena ir a ver y disfrutar de cada una de las escenas que los actores y director quieren regalarnos.

Cabe destacar las actuaciones lucidas y lo bien que son interpretados los personajes y la versatilidad actoral en varios de ellos. Donde se incorpora la música y el canto, que hacen que esta tenga todo para atraparte y sonreír en reiteradas ocasiones ante cada situación. Esta obra está encargada de generar un clima amable y muy merecidamente logra esa responsabilidad. La emoción es la protagonista indiscutible.

Berta se presenta todos los sábados a las 20 hs. En el Teatro Buenas Artes Social Club, Guatemala 4484, CABA.

FICHA TECNICA









Crítica: Lean Giottonini.

lunes, 13 de agosto de 2018

CRÍTICA A LA OBRA "VOLÁ"






Una obra que conjuga el tango, la danza, el teatro y las artes audiovisuales.

HUGO MASTROLORENZO Y AGUSTINA VIGNAU

Campeones mundiales de tanto escenario. Esta obra ha realizado una gira internacional por España, Italia, Turquía, Rusia, Japón, Colombia, Guatemala y El Salvador

Con una puesta en escena minimalista y a su vez simbólica Volá desde el primer momento introduce al espectador en un viaje, donde los hechos de un presente son las marcas de un pasado.

La existencia de dos espacios dramáticos conviviendo desde diferentes unidades de tiempo da la sensación de continuidad. El desarrollo de las situaciones propuestas en cada proyección audiovisual se lleva a cabo en el aquí y ahora  a través del cuerpo. La danza es la principal protagonista, centra la atención del espectador en cada movimiento del cuerpo de los intérpretes y de las sensaciones que se producen al verlos bailar, mientras cuentan la historia al son de unos buenos tangos.

La historia de un amor frustrado contada a través de fragmentos de letras de tango reviven recuerdos del pasado, que inevitablemente dan un toque de nostalgia frente al amor que se ve truncado y convoca al espectador a preguntarse el porqué del fin de este amor.

La creación audiovisual complementa el espacio escénico dispuesto para la danza. Este espacio está libre de escenografía y se establece una comunión entre estos dos que permite el desarrollo del relato. El despliegue de los intérpretes es increíble, es notable el profesionalismo, la pasión y la entrega con que viven el momento y regalan al espectador este viaje maravilloso en el que conviven diferentes disciplinas artísticas.

Cuatro artes fusionadas que entrelazadas llevan el hilo del relato, instalan un ritmo y un código en la forma de contar que hace que el espectador entre en esté y pueda seguirlo. Su impronta fresca y atractiva con su variedad elementos artísticos permite la total integración y distención del mismo frente a lo que está viendo. Es un espectáculo que con seguridad inyecta una chispa de la esencia de nuestra querida Argentina.  

Intérpretes: Agustina Vignau y Hugo Mastrolorenzo
Realización audiovisual: MANDINGA Estuadio Audiovisual
Realizadores: Hernán Alcaraz, Javier Cerruti, Ana Nigri Y Florencia Nussbaum
Fotografía: Mihoko Sakata, Paola Evelina Gallarato   
Edición Musical: Osky Wabemaster
Violonchelo: Karmen Rencar
Asistente: Débora Mastrolorenzo, Emanuel Pomillio
Locación corto: “Lo Rafael”
Vestuario: Gloria Bermúdez, Miguel Mancera, Alberto Mauri
Maquillaje y caracterización: Rebeca Martínez, Gonzalo Pazos
Iluminación: Facundo Febles
Prensa: Octavia Comunicación
Producción General: Agustina Vignau y Hugo Mastrolorenzo
Coreografía y Dirección: Hugo Mastrolorenzo

Critica: Alejandra Moreno

Dirección: Guevara 326 CABA
Funciones: Viernes, 23:00 hs (03 - 10 - 24 y 31 de agosto)
Lugar: El Galpón de Guevara

domingo, 12 de agosto de 2018

Crítica a la obra teatral "Default"





En un principio, parece que estamos en presencia de unos personajes salidos de un film de Tarantino. Groseros, soeces, atractivos, un tanto violentos, cínicos, de una gracia corrosiva. Pero no: son bien nuestros.

Estos muchachos, capaces de pequeños y grandes “negociados” (ojo que hablamos de negociados, no de negocios). Siempre están donde se debe estar para estos asuntos: cerca de los que deciden, los que cortan el bacalao. Para hacerles la vida fácil a unos pocos y de miseria a muchos.

Hablan de tabaco, de cigarrillos, de fumar, de fuego, de cenizas, de humo invadiendo todas las cosas, de tamaño. El tamaño de las cosas es lo que importa. La conversación los remita al pasado, a lo iniciático de cada uno de ellos, al machismo mal entendido por mal aprendido, al aprendizaje de la humillación, como doctrina y culto. Porque me la banco soy macho. Y como tal, piso, escupo, denigro: la ley del gallinero. Más grandes ya, subliman: hacen “negociados”. El mundo es aquello que está allí para tomarlo por asalto, del cuello, usarlo, apropiarse de él. Violarlo.

Buenos muchachos.

El espacio: un micrófono, una tarima con una notebook, banquetas, etc. todo se convierte en manos de los tres actores en dispositivos precisos, cuasi minimalistas, potentes materiales del discurso escénico. La luz, casi siempre fría, y la música, estridente, algunas veces chirriante, otras sensualmente filosa, dan cuenta de este mundillo hostil.

La actuación es visceral y empuja el relato a fuerza de acción, y de un texto plagado de un imaginario de cinismo y degradación, que resuena acorde con muchas situaciones conocidas por estas tierras.

La dirección de Guillermo Ghio es precisa y propone una lúdica ominosidad.

El espectáculo nos invita a asistir como espectadores, del juego abusivo y enloquecido de unos niños crueles, que una vez crecidos juegan al juego que mejor saben y más les gusta: tomar la medida de las cosas. Y de las personas.
Para luego usarlas y tirarlas.

Cómo es que se llaman esa especie de pilotos que se usan y se tiran?

Buen espectáculo en un teatro cálido y acogedor.


ELENCO: Norberto Portal, Patricio Schwartz, Pablo Turchi

DRAMATURGIA: Lautaro Vilo

VESTUARIO: Pheonia  Veloz

ILUMINACIÓN: Omar Possemato

MÚSICA: Javier Estrin

DIRECCIÓN: Guillermo Guio


TEATRO EL ÓPALO  Viernes 23 HS
JunÍn 380  CABA



Crítica: GUSTAVO OVIEDO

martes, 7 de agosto de 2018

ENTREVISTA LITERARIA AL ESCRITOR ALEJANDRO LANÚS





LLTV: Los tres libros más importantes que hayas leído o que mayormente te constituyeron como persona.

AL:  Mencionar únicamente tres libros es algo así como pretender que el mar se estreche en un pequeño canal. Hay libros que son únicos como “El señor de los anillos” o el “I Ching” o, mismo, el “Tao Te King”, por mencionar algunos donde se aúna la sabiduría y, en el caso de Tolkien, que nos permite quitarle el velo a la compleja trama de la vida, un libro que simula ser de ciencia ficción pero, para mí, desnuda todo lo que hemos vivido en tantas eras del planeta, todo lo que hay en el hombre y cómo éste es corroído insistentemente por el poder. Siempre me han marcado los libros que te interpelan más que los que te apartan de la realidad y, en particular, en mi forma lacónica de escribir, han sido decisivas las “Voces” de Porchia, ese poeta que  parecía ser un especie de monje budista perdido en Buenos Aires. 

LLTV: ¿Cuál fue el último libro que leíste?
AL:  Jamás leo un libro solo, leo de a seis, de a siete, de a tres, salpicado; casi no leo autores contemporáneos. Hace ya muchos años que no leo novelas, leo más bien poesía, filosofía oriental, algún que otro aforista clásico: Lichtenberg, Ciorán, Nietzsche.

LLTV: ¿Qué libro te marcó algo para siempre y por qué?
AL:   El libro que me hizo entrar en la literatura y que “Lengua” dejara de ser una materia farragosa del colegio, fue “Mi planta de naranja lima”. Lo leí una sola vez, en mi infancia. Tenía unos 10 años, me había mudado hacía muy poco, el departamento nuevo era un verdadero “campo de batalla”, un desorden total, cajas arrumbadas, muebles mal ubicados, nada estaba es su lugar, sólo mi velador, mi libro y yo, recostado, en diagonal al cuarto, en un colchón en el piso. Era de noche, recuerdo que mi madre, de a ratos, me exigía: “apagá la luz”. Desobediente, como solía ser, caminé sigilosamente sobre el piso de madera para entornar la puerta y de ese modo continuar, en forma ininterrumpida, mi lectura. Me sentí, como nunca antes, el protagonista de la historia, como luego me sucedería con Huckleberry Finn, Tom Sawyer, El Principito y tantos otros. Fue el primer, y creo que el único libro, que leí de corrido; soy más bien anárquico en mi forma de leer: nunca leo un libro desde el comienzo.

LLTV: ¿En qué circunstancias escribís?
AL: No escribo tomado por las musas, ni bajo ningún efecto, escribo más bien por necesidad, a modo de catarsis, para sanar heridas. Escribir es ganarle una batalla al espanto. La realidad, en general, se torna patética, absurda, tiene infinidad de aristas insólitas y, de repente, sentís que se afilan y se vuelven como lanzas contra vos; ese es uno de los mejores momentos para escribir, como un desquite de la realidad: escribir, como una búsqueda de respuesta al horror, es una abstracción que puede salvarte. Pero también me sucede de estar en la vereda opuesta de ese estado primitivo, donde uno no controla el proceso; uno se percibe en profunda calma, en un especie de estado meditativo que también te invita a escribir: se podría decir que uno escribe en los extremos.

LLTV: ¿A qué personaje de qué libro invitarías a tomar un café, y por qué?
AL: No vengo del mundo de la ficción, más que a un personaje elegiría a un autor, me encanta Ciorán, como personalidad: escéptico, fragmentario, punzante, fuera de las convenciones literarias, un hombre que, para escribir, dejó atrás su lengua materna, no aceptaba premios literarios, ni participaba, obviamente, del esnobismo que circunda al arte. Me gustan los personajes marginales y los renunciantes, como Ryokan o Wittgenstein que rechazaron su herencia o, el mismo Porchia, que abandonó su obra: cuando sus libros “molestaban” a los ojos de un burócrata de la “Agrupación de Gente de Arte Impulso”, éste le solicitó al poeta que retirara sus cajas de libros porque ocupaban espacio en un gran galpón, de inmediato, Porchia, sin defenderse, los donó a una distribuidora de bibliotecas municipales, librando así su obra al azar, restándole importancia, una forma de condena. Sus libros se irían perdiendo en anaqueles de bibliotecas barriales que nadie consultaría, dado que se trataba de un autor desconocido, quién va a consultar un libro que no conoce.

LLTV: ¿A qué personaje de qué libro invitarías a comer en tu casa dispuesto a divertirte y pasar un buen momento, y por qué?
AL: Bueno, veo que insistís, me encontraría con “El Principito” aunque, tengo la sensación, de haberlo conocido. Viajaría a varios planetas solitarios con él,  a más de un asteroide, más que quedarnos a comer en casa.

LLTV: ¿Recordás qué libro te generó muchísima expectativa y te defraudó en la misma o mayor proporción?
AL:  Ningún libro me genera expectativa. Si un libro no te gusta, sólo tenés que cerrarlo, ese libro no fue escrito para vos.

LLTV: ¿Qué cosa es lo que más te sorprende de la humanidad?
AL:  La estupidez, es desmedida, como pocas cosas he visto en la tierra. El hombre se inventa un sistema de creencias, cree en él y después es capaz de matar e incluso de morir por algo que heredó. Ve una realidad que no le agrada y no hace nada para transformarla. Forma parte de un sistema de vida del cual comparte poco y nada y se queda al margen. De vez en cuando, tiene un lapsus de conciencia que lo incomoda, que lo pone ante su patetismo y lo invita a reaccionar. Uno podría imaginar que con esa chance en sus manos es capaz de revelarse, sin embargo, nadie es más pusilánime que él: cierra los ojos, se pone los zapatos, los lustra, se ajusta la corbata, se arregla la camisa y sale a trabajar manso, como una vaca va a su matadero. Pulula, hociquea rutinas, concibe hijos con extraños, a quienes considera pares, apenas unos pasos más tarde, se separa e, invariablemente, convierte a su “amor” en su enemigo. Paga religiosamente sus cuentas para incrementar las arcas de una corrupción sistemática, sabe que los políticos cambiarán una y otra vez de bandera y que ignorarán por completo a quienes los han abonado.  Esa es la “vida” del bípedo modero, idéntica a la de un sonámbulo que, en cualquier ocasión, es alistado para ir a una guerra ajena: vivimos en un planeta de ideas absurdas y nos adaptamos y aferramos a ellas.

LLTV:  “Umbrales” tuvo un eco muy importante en el mundo digital, más de 500.000 lectores te siguen en las redes sociales, a qué se debe el éxito y cómo repercutió eso en vos, en tu obra.
Es imposible saber por qué me siguen las personas, tal vez persigan quimeras, cómo saberlo. Pero bueno, lo más gratificante es haber recibido un cariño desmedido que me ha permitido conocer a infinidad de lectores, al igual que a una gran cantidad de artistas, lo cual es un verdadero halago. Siempre es lindo conocer otros mundos, expandirnos en el otro. En mi caso, tuve la suerte, de fusionar con varios artistas; es un honor comulgar en el arte, es una de las cosas que más sentido le ha dado a mis  “Umbrales”. Desde el momento en que un lector u otro artista le da un giro a tu mirada es cuando te das cuenta que tu obra ya no te pertenece, pues ha tomado nuevos estados.

LLTV: ¿Es tedioso tener que responder a la demanda de tus lectores en las redes sociales, cómo te ordenás ante tal demanda?
En un momento, llegué a sentir un hastío virtual, me vi superado por una demanda de cariño, de diversos sentimientos y peticiones, me sentí arrasado. Estuve un par de años semiparalizado, había optado por no responder más y, en ese no sé que tiene expansión, se acercó Francisco Cayol, que es quien maneja -junto a otras personas- mi imagen en todo lo referido a Redes Sociales y el mundo digital. Trabajamos en equipo, me enseñaron cómo comportarme en todo este universo nuevo para mí y, también,  me ordenaron todo mi caos digital, se los recomiendo calurosamente: http://www.franciscocayol.com
  
LLTV: ¿Qué diferencia vez entre lo digital y el mundo real?
 El mundo virtual no es más que un reflejo del mundo real, son mundos afines, no noto demasiadas diferencias: lo virtual es un espejo de lo concreto. Uno podría creer que el mundo real es el mundo de los sentidos, donde uno pude palpar las cosas, pero también se puede acariciar desde lo virtual e, incluso, sentir a través de una pantalla. Tengo la impresión de que lo virtual le va quitando cada vez más espacios al mundo real. El peligro que corremos es quedar escudados en lo virtual, en la protección que te genera estar en tu hogar y, de ese modo, quedarnos alienados, privándonos así del mundo real.

LLTV: Estás presentando tu libro “Umbrales”, contanos cómo nació y dónde se pueden ver tus citas
AL: “Umbrales” no se presenta -me aburren demasiado las presentaciones- no está en librerías, ni en el circuito comercial, se va expandiendo misteriosamente en internet, mis lectores suelen ayudar mucho y compran mi libro a través de mi Web Site: http://www.alejandrolanus.com 

LLTV: ¿Proyectos en los que estés trabajando para el 2017?

AL: Hace Poco, Ona Vargas, hizo una canción, “Renacer en la flores”, en la cual hilvanó algunos de mis aforismos de la primera edición de “Umbrales. Ahora estamos trabajando en el guión del video clip que esperamos hacer junto a artistas visuales.