Solo me diste vidrio amarillento con dos dedos en la boca y una cuchara en la panza.
El dulce tocó una cara de la lengua, los órganos que discriminaron dijeron "es así!" y se fueron.
Disolución, ya no se distingue cuál es uno y cuál es el otro.
Colores.
Suspiras y abrís los ojos.
Vos solo, concientizando el metal…recién ahí degustas.
Agresivo.
Fusión a temperatura. Lo tibio. El movimiento. La sequedad.
Restos de sabor viejo.
Qué hermoso cuando eras fruta, mi dulce de manzana.
Laura Soledad Beraldi
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