Desde ese día, los padres, familiares y amigos de las víctimas luchan para ayudar a cambiar esta terrible realidad nacional, y redactaron un petitorio para reclamar a los gobernantes que la Seguridad Vial sea Política de Estado, para que nadie más muera en nuestro país por hechos de tránsito evitables. Han solicitado desde entonces adhesión al petitorio a toda la Sociedad.
A modo de homenaje, y para tomar conciencia qué vidas se fueron de n uestras manos de manera tan increíble, transcribimos un puñado, una muestra solo de poesías de una de las víctimas del accidente. Se trata de Delfina. Muy querida por sus amigos y amigas. Poeta desde muy pequeña, ha sido publicada en varias revistas del país y del exterior, pero su humildad y ética era tal que se movía entre sus múltiples mundos con total autarquía. Adoraba el río. Navegó en Optimist representando al Club Náutico San Isidro, donde recibió también premios literarios tanto en narrativa como en poesía. Recientemente en el concurso que realizó San Isidro por los 300 años del partido, obtuvo un premio en poesía. Sus padres y hermanos lo recibirán en su nombre.
Tiempo efímero
Como arena
proyectando lo infinito
dejo que el agua
tonifique la sangre
(fascinación macabra)
Madre, descansa tu mirada
La niña elegirá sus colores
y te llevará a volar
de la mano
para que juntas
cultiven
una y otra vez
lo absurdo
lo irreverente
dejando que los juncos
absorban los años
y el río
los imbuya entre las aguas
Y que el tiempo evapore
la memoria
entre sus manos
dejo que el agua
tonifique la sangre
(fascinación macabra)
Madre, descansa tu mirada
La niña elegirá sus colores
y te llevará a volar
de la mano
para que juntas
cultiven
una y otra vez
lo absurdo
lo irreverente
dejando que los juncos
absorban los años
y el río
los imbuya entre las aguas
Y que el tiempo evapore
la memoria
entre sus manos
Regalo de cumpleaños a Cristina Domenech
21/06/2006
21/06/2006
Tiempo efímero IIComo un banco de arena
detenido el tiempo del río profundo
dejo que el agua
tonifique la sangre
(fascinación macabra)
Caminábamos
Tratabas de darme las voces
del viejo pueblo
Casa Negra, decías
cuando buscaba el carretel
que me devolviera tu lengua
Esa casa negra
nosotras mismas
madera dura
donde mueren
las historias.
Madre, descansa tu mirada
La niña elegirá sus colores
y te llevará a volar
de la mano
para que juntas
cultiven
una y otra vez
lo absurdo
lo irreverente
dejando que los juncos
absorban los años
y el río
les imbuya palabras de agua
y que el tiempo
evapore la memoria
entre tus manos
Premio Municipalidad de San Isidro, concurso literario
“300 años de la Capellanía de San Isidro”
octubre, 2006
“300 años de la Capellanía de San Isidro”
octubre, 2006
Un día
El enemigo del mundo fue un cadáver
fue agua
fue sombra
fue fortaleza
la luna los vio caer
los vio por el cielo de la inquietud
de árboles y flores
volando los vio
les vio los brazos por lo menos
los ojos perversos les vio
pero no vio la sombra por la pared
El enemigo del mundo fue un cadáver
fue agua
fue sombra
fue fortaleza
la luna los vio caer
los vio por el cielo de la inquietud
de árboles y flores
volando los vio
les vio los brazos por lo menos
los ojos perversos les vio
pero no vio la sombra por la pared
Poemas de Delfina Goldaracena (1990-2006) Víctima del accidente.
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