Los personajes abatidos, pierden la
fuerza...Charlie y sus movimientos exóticos, su gesticulación, invadido por
todo y por todos: "Hay veces que quisiera dejar de ser yo"...
La transformación de los
cuerpos es exacta a cada instante, se comprometen con el espacio y tiempo
destacado en cada vibración de sus acciones. Se deslizan por todas las
dimensiones. La soledad, los miedos, el amor, el desencuentro con uno mismo, la
sexualidad y el desequilibrio "juegan" a cada pulso del tiempo.
Javier, un joven, pareja del
padre de Charlie, es extrovertido, sincero con sus sentimientos y compañero de
su amado. Alberto, padre de Charlie, es un hombre simple, con sentimientos
ocultos, y, a la vez, sin saber manejarlos, pero sin malas intenciones. Ana, es
un tanto altiva, hija biológica de Teresa, sensual, muy seductora y a la vez,
incoherente y racional con sus comentarios y sus drogas. Teresa, fue la
"madrastra" de Charlie en algún momento hasta la separación con
Alberto, una mujer pedante, un tanto resentida y consume pastillas, que muestra
su "coraza" de ésta forma, pero, que en algún "lugar",
tiene sus puntos débiles.
Javier: "¿Está dormido o está
"muerto"?"...
Alberto: "Te ponés tan lindo
cuando querés hacerle creer que sos inteligente"...
Ana: "Hay demasiada gente al
borde del abismo"...
Teresa: "Nadie es feliz...(....)
Lo único que nos relacionaba a nosotros era que yo tenía relaciones sexuales
con tu padre"...
Charlie: "No son las primeras
veces, sino que son las últimas las que realmente importan porque uno no sabe
cuando van a pasar"...
Charlie, está tan aprisionado en su
mundo, en sus miedos y en su soledad. Es ermitaño...y tiene una forma muy
peculiar y tan certera de evadir y de "irse" de la realidad...se
"mata" cada vez que no puede conservar la tibieza de los hechos que
cree irracionales o que lo lastiman. Él se va...su rostro y sus gestos
son increíbles, sus ojos gigantes y onomatopéyicos. ¿Cómo volver de la
"muerte"?...En búsqueda de una carta que escribió cuando tenía nueve
años, aunque sea lo menos relevante, él insiste..."¿Por qué no me quiero
morir pero le tengo tanto miedo a la vida?"...
En cuanto a lo técnico, el
espacio conlleva una estética armoniosa, llena de colores. Una alfombra
naranja, un sillón central violeta con dos almohadones del mismo color que el
tapete. Al salón, se le suma una cortina de piedras que separa de otro ambiente
no visible, y ésta aporta una sonoridad agradable a la escena cuando los
personajes la traspasan. Las luces resaltan cada oportunidad escénica con
varios colores, azul, rojo, naranja, verde, y tenue...Tiene un encuadre
delicado, y en los objetos hay un equilibrio en el medio de "tanto
desequilibrio" de cada personaje. Las "fotos" o
"congelamientos" son precisos, y el juego con los objetos invisibles
y las energías están iluminadas y son inconcebibles...Etienne Decroux, gran
actor y maestro de la pantomima, está presente en muchas acciones.
Hay tres oportunidades en las
que se quiebra el paradigma, son desarticuladas y "ensoñaciones
profundas" de Charlie:
Cuando tiene una charla sobre
las drogas y un acercamiento sexual y seducción por parte de Ana.
Cuando Teresa se duerme junto
a él...acurrucándolo cual niño de su madre recién nacido.
En el desenlace fatal, cuando
Alberto, su padre desaparece...
Un humor negro, tratado en comedia, y
el drama presente siempre estará...porque Charlie somos nosotros...él tiene una
fuerza interna que no puede descubrir por sus "autosuicidios", tiene
una belleza más allá de que su falta de paz no cese. Una locura inalcanzable,
pero no mata a quiénes lo rodean...esa transparencia del acto suicida hasta
que...ocurre el encuentro de esa carta luego de un momento dramático y sin olvido.
Una euforia con hambre y placer.
Porque...después de
todo...¿Quién no quiere evadirse internamente y externamente de su
realidad?...¿Cuándo muchas veces no queremos desparecer o no dejar de ser
nosotros mismos?¿Qué nos hace seguir?...el miedo, el amor, la pasión por algo
determinado, el "otro" tal vez...podrá ser el motivo que sea, pero
ocurre y siempre ocurrirá...somos seres humanos con noches, amaneceres y
albas...sin duda...
Ficha Técnica: Dramaturgia: Gonzalo Senestrari; Intérpretes: Andrés Ciavaglia, Mucio Manchini, Mathias Carnaghi, Verónica Intile y Marigela Ginard; Escenografía e Iluminación: Adriana Rial; Realización Escenográfica: Duilio Della Pittima; Realización de Vestuario: Julieta Harca; Fotografía: Nacho Lunadei; Música e Interprete: Valentina González; Dirección: Gonzalo Senestrari y Sebastián Sánchéz Amunátegui.
Todos los lunes a las 21 hs. se presenta “Tiernas Criaturas”, En el Teatro del Abasto, Humahuaca 3549.
Prensa: Silvina Pizarro
Crítica: Florencia Campetelli