LLTV: Los tres libros más importantes que hayas
leído o que mayormente te constituyeron como persona.
CM: Tengo pésima memoria y leo mucho desde
muy chica: esta sumatoria hace extremadamente difícil contestar esta pregunta.
A su vez, no creo que todos los libros sean para todo momento, depende de lo
que estemos transitando para que hagan mella en nosotrxs: un libro con el cual
me identifiqué muchísimo de adolescente seguramente ya no me signifique lo
mismo; o mismo un libro que no pude terminar, quizá si lo agarro ahora me
encante.
Lo único que sí puedo
afirmar con seguridad, es que tanto de chica como ahora, siempre preferí leer
autoras que autores. Necesitaba modelos, generar identificación no sólo con los
personajes sino también con las autoras. El primer libro con el que me
fanaticé, entre los 6 y 7 años (que recuerdo formaba parte de una colección
“para más grandes”) es “Estrafalario”
de Sandra Filippi. La verdad no recuerdo demasiado, sé que lo principal era una
historia de amor pero además, había todo un juego con el
significado-significante de las palabras que me encantaba. En la pubertad, mi
libro favorito era “Cumbres borrascosas”,
de Emily Bronte. Tremendo, lo terminaba de leer y lo volvía a arrancar casi
inmediatamente. ¡Muy fuerte para una nena de 13 años! Amor romántico
exacerbado, violencia, venganza, odio de clase, obsesión, un nivel de oscuridad
y sadismo bárbaro. Y aparte no era una lectura fácil, tenía palabras complejas
y a nivel sintáctico era difícil para mí en ese momento. Me acuerdo que la
letra era muy chiquita también. Pero igualmente me encantaba. Quizá me marcó
para mal, quién sabe. Yo igual lo identificaba, ni loca soñaba con una relación
como la de Heathcliff y Catherine, pero igualmente algo me movía. En la
adolescencia leía muchísimo. Libracos enormes que llevaba en la mochila a todas
partes y me hacían mierda la espalda. El verano era pura lectura. Viré de la
literatura inglesa con la que me había fanatizado de preadolescente a la
literatura hispanoamericana. Me encantaba (y me encanta) el realismo mágico. Cortázar,
Isabel Allende, Pizarnik, Garcia Márquez, Zafón, Silvina Ocampo, entre otrxs.
Casi que no comparten nada pero yo los disfrutaba por igual. Finalizando mi
adolescencia, me obsesioné con Almudena Grandes. Encontré “El corazón helado” a un precio baratísimo en una feria y lo devoré.
Me fascinaba su poética y la manera en la que mechaba (podría decir) melodrama
con historia. Era súper ideológico pero a su vez no dejaba de ser accesible.
Los personajes eran súper teatrales, las locaciones súper palpables. Todo era
muy bello.
LLTV ¿Último libro que leíste?
CM: Me cuesta mucho leer un sólo libro a la vez.
Los últimos tres que leí son: "Las
malas" de Camila Sosa Villada (creo que es uno de los mejores libros
de la literatura argentina), "Escribo
entre dos mujeres" de María Inés La Greca y la antología de poetas
mujeres “Otros colores para nosotras”.
LLTV ¿A qué personaje de qué libro invitarías a
tomar un café, y por qué?
CM: A la protagonista de “La campana de cristal” de Sylvia Plath. Creo que nadie la entiende
y podríamos reírnos un poco juntas sin que nos importe nada.
LLTV ¿A qué personaje de qué libro invitarías a
comer en tu casa dispuesta a divertirte y pasar un buen momento, y por qué?
CM: A El Palmera, una marica hermosa de “Las tres bodas de Manolita”. Cuando leí
la novela sentí que me faltaba más de este personaje, me encariñe mucho. Los
personajes “secundarios” de Almudena Grandes tienen una profundidad zarpada. El
Palmera es divertidísimo de por sí, súper sensible y además creo que es de esas
personas que te hacen sentir cómoda estés donde estés. Además, es casi identicx
a mi mejor amigx.
LLTV. ¿Recordás qué libro te generó muchísima
expectativa y te defraudó en la misma o mayor proporción?
CM: “El
Aleph” de Borges. Me pareció muchísimo, ¿no está muy inflado? Ojo que a mí
me encantan los juegos con el lenguaje y el uso de recursos poéticos, pero
¿tener que leer con un diccionario al lado? ¡Es demasiado! Lo sentí muy
inaccesible. A excepción de algunos cuentos que sí me encantaron, pero en
general me defraudó.
LLTV. ¿Cuándo comenzaste a escribir? ¿Qué
recordás de lo primero que escribiste?
CM: A los seis. Me encantaba jugar al cadáver
exquisito, completar libritos de ejercicios de escritura creativa para niñxs y
hacer los ejercicios que me mandaban en la escuela. El primer cuento que
escribí lo hice en computación, en una hora libre que nos dieron en primer
grado, y se llamaba “La sirena Sheila”,
que básicamente era la misma historia que “La
sirenita” y yo lo sabía, pero igualmente intentaba darle mi propio enfoque.
Pequeña posmoderna, jà.
LLTV ¿En qué circunstancias escribís?
CM: No puedo escribir a mano, me cuesta
muchísimo. Mi cabeza va mil veces más rápido que mis manos, y entre que intento
escribir rápido y mi letra es horrible… después me pierdo la mitad porque no me
entiendo.
Depende lo que quiera
escribir funciono distinto. Un poco escribo para entender lo que me pasa, otro
poco para divertirme y flashearla con cosas que no me pasan o me gustaría que
pasen en el mundo. Funciono mejor en movimiento, escribiendo desde el celu,
pero también escribo cuando estoy tranquila y sola, para reflexionar en torno a
algunas cosas que no entiendo.
LLTV. ¿Qué es lo que te gusta de escribir
teatro? ¿Qué es lo que te atrae de ese mundo?
CM: El encuentro con lxs otrxs. Abandonar el
lugar solitario de la escritura y llevarlo a lo colectivo, a conectar con otras
voces, experiencias y comprender que hay otras interpretaciones. Que el texto
pasa a ser parte de un engranaje aún mayor, acompañado de todo un sistema que
lo sostiene.
Me encanta tener la
posibilidad de explorar varias voces y universos, darle cause a algunas ideas
que tengo en mi cabeza pero no me alcanza con eso. En el teatro hay algo más
que es muy difícil de poner en palabras y sólo se da allí.
LLTV. ¿Qué le dirías sobre “Desnudez” a una
persona para invitarla a que la vea?
CM: Que se van a encontrarse con una obra que tiene puro
disfrute. Las actrices y actores la pasan bomba en escena, de base brillan por
eso, ¿no es hermoso ver gente disfrutando? Son excelentes en lo que hacen pero
además se les vé el deseo, transparente y puro, en escena. Y además, que van a
ver propuestas específicas, nada librado al azar: tanto desde la dramaturgia y
dirección, como a nivel visual con la impecable escenografía de Maricel
Aguirre, las luces de la genial Moshe Maya Duarte que sostienen todo y el
hermoso vestuario de Paula Ameri. Que además, desde lo temático, la obra
reivindica y trae al frente a muchas mujeres que fueron silenciadas por el
patriarcado para que su obra y sus palabras sean revisitadas. Que es un teatro
no heteronormado y ya es hora que dejemos de reproducir y consumir sistemas que
quedaron antiguos. En Desnudez hay algo que brilla para cualquier espectador
que tenga ganas de sacarse los zapatos y mojarse los pies en la orilla.
Carolina Mazzaferro
Autora - Directora
Carolina Mazzaferro nació el 2 de enero de 1996. Estudió en la Universidad Nacional de las Artes con Susana Pampín, Julia Calvo, Pedro Antony, Eugenio Soto, Luciano Suardi, Julieta Abriola, entre otros. En dramaturgia se formó con Mariana Mazover, Matías Feldman y Andrea Garrote, complementando sus estudios con talleres literarios desde los 15 años. Como actriz y dramaturga, en el 2016 estrena “Pájaro en Mano” en el Teatro El Marechal, obra de su co-autoría junto a Nicole Popper y en 2017 “Tajada” en Espacio Sísmico, obra de su co-autoría junto a Joaquín Sesma. Realizó tres asistencias de dirección y producción ejecutiva: “Etiopía” de Mariana Mazover en La Carpintería, “La Felicidad” y “La Tempestad” de Sonia Gajnaj en TES Lanús y Centro Cultural Fray Mocho.
Desnudez
De Carolina Mazzaferro
Viernes 23:00 horas
Teatro Anfitrión -Venezuela 3340 -
Entrada General $300 / $250 Est. y Jub. / 2 x $300 Club La Nación
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