Hola a las letras, acá estamos de nuevo. Apuraditos, esta gente resultó exigente..!
Les presentamos en la publicación anterior, a la muerte en crudo.
Dije “cuadro en ropa de cama”, digo muerte en su intimidad más transparente, en esa del segundo que precede a lo que para ella, significa dormir.
Hoy, nos metemos en su despertar. En la carga que debe llevar, en cómo viste su disfraz.
Estas fotos también fueron sacadas por Lucas, pero fueron el reflejo de una historia anterior que de haber leído van a recordar al ver las imágenes. Si no recuerdan, no imaginaron demasiado.
No voy a escribir nada nuevo en referencia a estos cuadros. No puedo serme infiel.
Así es que voy a volver a contarme la historia que alguna vez me conté, me cuento muy seguido.
Es un placer para mí (me enseñaron y al fin aprendí, a “no meter en la misma bolsa…!”) si pueden…Vamos de nuevo:
Es un placer para mí, si pueden llegar a sentir al menos una sombra de lo que disfruto cada vez que estos personajes viven.
Gracias.
Creo que el arte permite crear una cosa desde uno, que esa cosa se distinga de nuestra alma, y cuando está la cosa individual, que pueda verse no propia, que no pueda distinguirse el origen, porque toda ella, sea origen y fin.
Ahí va de nuevo, se desmembró de mí.
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