La fotografía corresponde a Dona Helena, es una señora de Salvador de Bahía, super genial, que le gritaba todo el día a su marido, pero de trato muy afectuoso con el fotógrafo.
Una chica con discapacidad, también habitante de Salvador de Bahía. Una persona mas que dulce según el testimonio de Juan.
Un agua y un estado fetal en la bahia, un agua vital que se proyecta desde el seno materno e implica y nos hace sumisos del pensamiento y del amor.
Finalmente una estatua del recoleta. Según Juan las estatuas, las imagenes hacen eterno los suenos de los entes finitos, ya muertos, pero el impacto del deseo de la vida eterna, presente en todos los transeuntes que visitan ese lugar.
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