Escribir por terror a reconocerse o a tocarse entre la
penumbra.
Escribir esas frases que te emparcharon el alma.
Escribir acontecido, tenue, entre paréntesis, bajo un
árbol de raíces finas.
Escribir molesto, caliente, defraudado e indolente,
escribir una y otra vez el verbo ése del que jamás escaparás mientras te
persiga.
Pasar noches escribiendo, cubierto de olor a polvo, a
cigarrillo, a humedad, a mandarina, entrelazados todos como testigos de la
locura y el engaño.
Escribir crucificado, anotar una idea madre, darle
hijos escribiendo, formar la Gran Familia de las Palabras.
Escribir de corrido, sobre papel higiénico, enamorado,
baldeando, escribir manco, solo, abandonado, taciturno, riendo, congelado,
escribir hasta que las alas dejen de bañarte, hasta que los hilos reconozcan la
extraña paternidad que los mantiene, escribir bajo la piel de un renacuajo,
sobre tus rodillas, entre tu sexo-paredón.
Saltar la escritura con elegancia escrita,
manifestarse a favor de todos aquellos que han elegido escribir sin analizarse.
Escribir hasta llagarse o hasta parir algún recuerdo, hasta
escalar un pensamiento que te acaricie o te perdone por haberlo escrito.
Escribir en muletas, internado, feliz, acongojado,
mustio, inerte, doblegado.
Escribirle a las palabras que nadie pronuncia por
miedo a ser etiquetado, a las danzas de la entrega, a los inválidos cuyo teatro
concierne mi existencia, a los vivos y a los muertos que gozan de mi recuerdo.
Escribir para salirse de cauce, para matar una
ilusión, escribir sin sacar del rebaño a aquellas letras que pronosticaron tu
caída, escribir ante todo, bajo nada, sin sentido, paciente, enfermo.
Escribirle un poema al pánico, a la soledad, a las
cárceles internas e intestinas, escribir parejo, solo, podrido, salvado,
redimido.
Escribir en el cine, en un velorio, en dos zanjas, en tres idiomas, en cuatro patas.
Escribir en el cine, en un velorio, en dos zanjas, en tres idiomas, en cuatro patas.
Escribir hasta sangrarlo, bajo la sombra, enterrado.
Escribirle a tu egoísmo y a mi candorosa ingenuidad.
Escribir sin límites, hasta recobrar el pulso de lo
escrito…
Escribirlo todo y luego morir sin haber publicado.
Que definiciones!!!!!!!!
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