Mi habitación
tiene cuatro paredes
mugre pegoteada
de obras de arte que alguna vez fueron obras de arte
una cama
un escritorio
algunos libros
a veces
me siento
frente a la ventana
digo lo que
no decimos: el silencio
para esos dos
que se miraban
y para que
el aluvión de ojos haciendo noche
no ampute
las
palabras que alimentan
Así pasan los días eternos.
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