Un atardecer me lleva por extraños
pasajes. Tengo “ El pecado mortal” en mis manos y paso las hojas. Silvina
asiste meditabunda y maníaca. Desafío una puntuación, hago un espacio, corro
las palabras, empujo todo al ritmo de un tren. Leía sus cuentos con insistencia
de percibir lo que quedaba por fuera. Así llegué a un lugar fantástico, como
uno de sus cuentos, donde los seres se narran, los lugares se hacen, adornados
de trifulcas por amor y miradas ventaneras.
Palabra como mosaicos. Acceso a
mundos virtuales que se hacen vida, remembranzas…tiranías; que infunden en el
cuerpo la locura, la pasión, la tristeza. Allí se ufanan los creadores. Silvina
gobierna ese mundo pegado al techo de la Ciudad de Buenos Aires.
No inventes lo que no quieras
que exista es un rompecabezas. Las piezas, ordenadas
camino al cielo, habitadas cada una por cuentos de la poetisa, nos llevan a
través del amor y un irreconciliable costado enfermizo; la envidia por la
admiración; las taimadas confesiones litúrgicas donde el habla se tensa con la
palabra eterna; la agresividad en la semejanza; y el entrañable ajuar frente al
despojo. En la cúpula del Edificio Bencich, fuera del tiempo, estos cuentos se
hacen piel gracias a la sublime actuación de Florencia Carreras y An Dopslaff.
Todo parece un juego de dioses griegos con un violín de su lado. Y a una cuadra
de la Plaza de Mayo.
Silvina Ocampo, controversial,
inconmensurable, vastedad de palabras y silencios acomodados con química
precisión o irascible espontaneidad. Poetisa, cuentista,
novelista…amante…solitaria, citadina. Versión de un rostro que la palabra ha
hecho, biselado, con lo real de lo fantástico y lo fantástico de lo real.
La pieza dirigida por Agustín León
Pruzzo, es un retrato de esta trascendental figura de la literatura argentina.
Es una obra, pero también una vivencia metafísica. Tanto el elenco, su
director, como aquellos que han hecho posible esta genialidad, se les fue de
las manos. Parece un cuento. Además de un espacio increíble, la obra nos invita
a pensar y reír con un nivel extraordinario. Es conmovedora, irónica,
atrapante…
Escribir puede ser un exilio de “la”
realidad. Las texturas cambian, lo áspero es suave, el débil es fuerte, el
ruido es palabra y viceversa. Nadie nos cuenta la historia nunca contada.
Gracias a Silvina Ocampo sabemos que “el mundo” es solo una lengua abreviada.
No inventes lo que no quieras que
exista se presenta los Viernes 20:45 hs en Estudios
Caracol, ubicados en la Cúpula del Edificio Bencich, Diagonal
Norte 615 CABA
Ficha Técnica
Elenco: Florencia Carreras
An Dopslaff
Violín en vivo: Eugenio Chuke Estela / Escenografía: Victoria Saravi / Luces:
Gastón Noél Zurzupi /Utilería: Osvaldo Tello / Fotografía:
Álvaro Alonso / Diseño Gráfico: Francisco Cibils / Asistencia
general: Marcos San Millán /Prensa: Silvina Pizarro/ Producción:
Florencia Carreras y Estudios Caracol / Dirección y puesta en escena:
Agustín León Pruzzo
Prensa Silvina Pizarro
Crítica: Guido Facile
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