LLTV: ¿Cuando tuviste la primera
sensación de que te ibas a dedicar a la música?
GF: Tengo un hermano que me lleva 11
años y de chico me dejaban a cargo de una señora que no me prestaba mucha
atención y aprovechaba para tomar un vinilo y ponerlo en un Winco. Todo el
mundo en casa después decía “Mirá tan chiquito y como sabe hacer andar el
tocadiscos” Entre esos primeros discos estaba el primer disco de Almendra, Desatormentándonos, Treinta Minutos de Vida (Moris) que era mi favorito porque tenía De Nada Sirve que para mí era
impresionante. Yo con el de Moris tenía una historia de amor mal. Iba al Jardín
de infantes con el disco, abrazándolo, y recuerdo muy vivamente esa sensación.
Se lo había robado a mi hermano, porque yo no tenía discos propios. Sí recuerdo
positivamente que me decidí a tomar la comunión a los 7 años porque descubrí que
te daban guita a cambio de una estampita. Después de la fiesta salí para la
disquería ¡Toda la plata para vinilos! Ahí me compré como 15 discos.
LLTV: Te dieron buena plata…
GF: ¡Un montón!. En esa época yo iba
doble escolaridad, todo el día en la escuela. Cada miércoles a la parroquia para
tomar el curso para la comunión durante todo un año. Recuerdo que me llevaba el
señor del micro de la escuela a la parroquia y le decía “Martín (así se
llamaba), llevame a mi casa que perdí el catecismo”. Después mi vieja le decía,
“Martín, usted no le de bola, lo tira; le miente”, y yo le decía posta, sino
llevo el Catecismo no puedo ir.
LLTV: Tenés muchos vinilos guardados?-
GF: No, tengo pocos porque después en
el secundario empezamos con el intercambio, y después el casette y el CD. Ahora
comenzaron a editar en USA mi trabajo vinilo volví a activar la bandeja y
recuperé bastantes.
LLTV: ¿En Vinilo?
GF: Si, si. El primero ya está acá
dando vueltas, vinilo 180 grs. es un tesoro para mí.
LLTV: ¿En qué circunstancia componés?
GF: Hay dos momentos en la
composición. El primero puede venir en cualquier momento y tiene que ver con lo
que básicamente, por lo general deviene con el primer verso de la canción. Un
verso que me explota, lo anoto, y después lo laburo en casa, lo bajo al papel,
o lo bajo en el monitor, y lo voy trabajando, o voy dejando que se tome su
tiempo, o no.-
LLTV: ¿Y la música?
GF: Por lo general la busco en lo que
está escrito. Recuerdo que en primer grado la señorita decía “cada verso tiene
ritmo y música”. Y eso me marcó, miro el verso, me suena y le busco donde está
su música y su ritmo. A veces no me dan ganas de contar una historia, a veces
me dan ganas de agarrar esa hermosa tradición de nuestro rock de describir un
escenario, empezar a abrirlo y a través de eso que cada uno lea lo que quiera.
LLTV: Al estilo Manal, Una casa con
Diez Pinos…
GF: ¡Claro! Aunque menos urbano y mas
intro. Menos urbana probablemente…en apariencia.
LLTV: Cuántas descartarás…
GF: Vivo descartando. La Cabeza de la Novia… estuvo doce años en un cajón. Cuando el Amor No Entra, salió en diez
minutos. Y las que quedan guardadas, quedan ahí hasta que me dicen algo. Pero
es laburo, no hay magia en este momento de la composición. No me gusta arreglar
las canciones. Hay un exceso en el arreglo musical que a mi desenfoca de lo que
yo quiero decir. Me hace menos eficaz la canción como mensaje. Trato de arreglar
lo menos posible. Un maquillaje que a veces es necesario y a veces no. En los
70 algunos decían “la letra la hago en el estudio, total es lo que menos
importa, o en los 90, la afirmación de ciertos elencos discursivos como el de
la cerveza, la esquina la moto, etc. La música también, Digamos que hay gente
que si tiene una letra mas o menos, tiene una canción. Yo no. Si no tengo una
letra que me sacuda y no me conmueva, no tengo ninguna canción. Mi música no se
acomoda a la escucha del mercado, a la escucha capitalista. Por eso tal vez a
alguien se le ocurrió editar mis discos en vinilo. Vos con el vinilo no podés
salir a la calle. Necesitás sentarte, ponerlo, escucharlo, darlo vuelta. Por
eso a veces puedo desentenderme del escucha nativo de MP3. Hay gente que no me
escucha porque no me tolera, no tolera mis canciones, ni mi timbre de voz. No atiendo
esas cosas. Esa libertad te salva. Ni creo pertenecer a una escena o colectivo de cancioneros. Yo no
sé cuánto tengo que ver con otros compositores solamente porque cante y toque
la guitarra.
LLTV: Me imagino que partís de la base
que muchos de ese “colectivo” tienen contratado con un sello determinado, sacar
un disco por año.
GF: Si, ser dueño de tu edición, de tu
tiempo, te hace libre. Sacar el disco que vos querés, con el sonido que vos
querés, sin tener como norte el sonido de la radio con la el sello que te tiene
dice tener pautado. Yo sigo eligiendo. Primero, por esto que te digo, porque me
hace feliz y segundo porque, no sé cuanto podría seguir trabajando de la otra
manera. Este año, además, seguimos desarrollando un trabajo con la música
contemporánea con Haydée Schvartz. También con Carlos Trunsky, un coreógrafo tremendo,
voy seguir escribiendo, saldrá un libro por Planeta que vamos a presentar
supuestamente en la Feria
de Libro. Todo eso puede hacerse así porque soy libre. No va conmigo la canción
capitalista o melonormativa de tres minutos y medio, pautada por cierta parte
de la industria cultural.
LLTV: No hubiera existido Crucis
GF: Ah bueno, pará. Año 74 era otra
cosa.
LLTV: Está bien, pero hoy no hubiera
existido Crucis. No entra dentro del formato de los sellos de hoy.
GF: ¡Nooo, ni en pedo! Canciones de
siete u ocho minutos. Me hiciste acordar, que grande. La triste Visión del Entierro Propio, lo tengo en casette ese disco.
Era una gran banda, era la banda que Charly quiso hacer cuando hizo La Máquina de Hacer Pájaros.
Yo sé que cuando Gustavo (Montesano) hizo su primer solista, Charly estaba.
Pedro (Aznar) incluso que tendría 17 años.
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