En una sala de estar llena de
espectadores, todos muy juntos, donde el más mínimo gesto queda al descubierto
se desarrolla embarazosa y fugazmente el drama de una familia de sostener la
integridad, la imagen, la dignidad, los valores y su idiosincrasia tan presente
hoy en nuestros días, cuidando de no perder lo que para nosotros mismos como
para nuestros familiares es lo importante.
¿Cómo hacer caso a los deseos y
pasiones individuales cuando no hay entendimiento, comprensión o simplemente
aceptación dentro del núcleo familiar? ¿Cómo salir y enfrentar a la sociedad
cuando se sufre el rechazo visceral? Silenciar lo que sentimos y lo que somos
es el inicio de grandes catástrofes: la hipocresía.
Los gritos, los silencios, los
encuentros, las palabras, los sentimientos, el futuro incierto, las
discusiones, el querer ser y los pocos gestos de amor son parte dinámica de
esta obra (de Florencio Sánchez-1907) que exponen en un mínimo espacio, y nos
hace participe casi activos aunque no se quiera, del deseo de una adolescente
de principios siglo que pretende ser madre soltera. Cabe destacar el vestuario
utilizado y bien resuelto situándote en aquella época. Muy buenas actuaciones en
un espacio en el que todo se escucha muy bien.
Me voy a casa a abrazar a mi familia
7:30 y 18:30 hs.: "Nuestros
hijos" -teatro-. Dirección: Adrián Canale. Actúan: Tian Brass, Marina Fantini,
Mariela Finkelstein, Catalina Luchetta y Ximena Viscarret.
Funciones: Domingos, entre las
17:00 y 21:00 hs.
Lugar:
La Casona Iluminada (Av. Corrientes 1979)
Crítica: Mar Morales
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