Una
obra que supo ensamblar a tres grandes clásicos universales Ricardo tercero,
Hamlet, y Lady Macbeth traída a nuestros tiempos, el director supo hacer un
blend con cada obra y así también contar situaciones que si viven en la
modernidad.
Roberto,
un personaje que maneja mucho poder que tiene el don de la palabra, esta arma
elemental en la modernidad como dice René Girard. Roberto por llegar al poder
hace trampa, mata a su compañero de lucha y no pudiendo saciar su alma, enamora
a la esposa de su amigo muerto engañándola y provocándole la muerte.
Roberto ha llegado, ha cumplido su objetivo,
es dueño y señor de la casa y del lugar donde gobierna tiene a su lado a la
mujer que siempre quiso, pero así y todo es un pobre hombre que da lástima. Tanto poder junto, tanta obsesión por
gobernar, termina generando pena y repudio en la sociedad.
Me
doy vuelta para observar el rostro de los espectadores y es como si de alguna
forma quisieran hacer justicia por todo el mal que está ocasionando este
manipulador, pero todos se muestran cautelosos en sus asientos esperando el
desenlace de esta obra.
Todos
los espectadores somos reticentes de Roberto. Pero ahora nos damos cuenta de
que acaba de matar a la mujer de su
amigo muerto y todos nos preguntamos -¿Por qué lo hizo? ¿Acaso no era la mujer
con la que siempre soñó? De a poco vemos que un cenital alumbra a una joven de
diecinueve años, con ojos azules, cabello enrulado y piel blanca. Roberto no está
conforme con nada, irá en busca de esta joven. ¿Lo logrará? Personas como
Roberto nunca sacian el hambre de su alma y cuando se dan cuenta del mal y del
horror que cometieron suelen tener una lápida en sus cabezas.
El
director Alejo Beccar ha sabido complementar cada escena con un lenguaje
sumamente entendible desde el juego de ajedrez al principio que envuelve poder,
terror, muerte, miseria y todo lo que un juego de ese nivel significa. Las
actuaciones de los actores y actrices impecables, marcando con una leve diferencia de
actuación, cuando son actores y cuando son fantasmas. Las luces y el vestuario
un lenguaje fuerte que acompaña en toda la obra.
Excelente
adaptación que demuestra cómo la política al principio es una bomba con luces
de colores pero que si te revienta en la cara te mata. Excelente dirección y hasta me atrevo a
manifestar una reescritura de grandes clásicos.-
Funciones: Sábados a las 21.00
hs.
Teatro La Tertulia: Gallo 826
(CABA) Reservas:
4865-0303
Entrada: $220. Estudiantes y jubilados:
$190 + info: Ficha técnica:
Elenco:
Héctor Castagnino
Enrique Cragnolino
Natalia Imbrosciano
Andrés Rojas
Zulma Rossini
Vestuario: Agustina Valdes
Diseño gráfico: Nicolás
Senestrari
Diseño de luces y escenografía: Alejo
Beccar
Prensa: CES
Fotografía: Laura Cecilia Alvarez
Asistente de dirección: Laura
Cecilia Alvarez
Producción: Teatro La tertulia
Dramaturgia y dirección: Alejo
Beccar
Crítica: María Cecilia Durán
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