jueves, 11 de julio de 2019

CRITICA A LA OBRA “QUINTO ROUND”




En “Quinto Round” el boxeo se cuela en el teatro. Al ingresar a la sala, la atmósfera se tiñe de este mundo, en el que una casilla con aires de suburbano y luces en penumbra, hace a la vez de hogar y de lugar para entrenar; pero también, de un espacio en el que se funden los vínculos personales y laborales de los distintos personajes que ingresan a escena en una lograda escenografía a cargo de José Escobar.

Allí entrena Renato, un boxeador de pocas victorias sobre sus hombros con un objetivo claro: desafiar su destino en la revancha contra "El Ninja".

Pero, ¿es suficiente la perseverancia y las ganas de progreso en un mundo signado por la corrupción y la falta de ética?

Este contrapunto, se pone en cuestión cuando Pascarolli (el representante; Juan Carlos Ricci) trae a Sócrates (el entrenador, Osvaldo Santoro) la propuesta de una “pelea arreglada” a cambio de una buena suma de dinero en desmedro de “su protegido”.

Un cambio en el “pasar económico” de todos que también beneficiaría a Mili, la amante de Renato (María Lía Bagnoli), quien ayuda con los gastos mensuales gracias a la buena posición social de su marido, y al que no está dispuesta a renunciar más allá de la atracción sexual que siente por el boxeador (Ramiro Martinez).

Así, el dinero parece corromper a todos. Para Pascarolli es una oportunidad de “arreglar” más peleas en el futuro. Para Sócrates, la posibilidad de cumplir el sueño de comprarse un “terrenito” propio. Para Mili, una puerta importante a la hora de tomar la decisión de dejar a ese marido que no ama pero del que dependen sus comodidades cotidianas. Y para Renato, el empujón necesario para lograr solventar los gastos de su hijo y traerlo a vivir con él.

Pero Renato ha perdido demasiadas peleas, no tanto en el ring sino en su vida. Y digan lo que le digan, nada parece convencerlo de dejarse abatir de nuevo.

En este devenir de estados de ánimo y contradicciones se va sucediendo la obra. Con un buen ritmo de los tiempos a cargo de la dirección de Gerardo Otero y actuaciones convincentes en las que se destacan la impronta de Ramiro Martinez (como el boxeador) y la composición de Juan Carlos Ricci (como el representante).

En definitiva, la historia se presenta en un formato lineal, una anécdota chiquita que habla de los sueños y está bien muy actuada, que por momentos levanta vuelo y que, en otros, desde la superficie, abre un debate de conciencia.

Crítica: Carolina Avigliano

Ficha técnico artística

Autoría: Pacho O´Donnell
Actúan: María Lía Bagnoli, Ramiro Martinez, Juan Carlos Ricci, Osvaldo Santoro
Escenografía: Jose Escobar
Iluminación: Ricardo Sica
Diseño: Juan Ignacio Tapia
Fotografía: Francisco Castro Pizzo, Juan Ignacio Tapia
Diseño gráfico: Pablo Bologna
Asesoramiento En Boxeo: Pablo Paoliello
Asistencia de dirección: Ana Sancho
Prensa: Marisol Cambre
Dirección: Gerardo Otero

TIMBRE 4
México 3554 - Capital Federal
Teléfonos: 4932-4395
Web: http://www.timbre4.com
Entrada: $ 380,00 - Domingo - 19:00 hs

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