jueves, 22 de mayo de 2014

Charles Bukowski - poemas







dar cuerda al reloj

es solamente un día lento que se mueve hacia una noche lenta
no importa lo que hacés
todo es igual
los gatos lo duermen y los perros no ladran,
es solamente un día lento que se mueve hacia una noche lenta,
nada está muriendo,
es solamente más espera durante un día lento
que se mueve hacia una noche lenta.
ni siquiera escuchás el agua corriendo,
las paredes siguen ahí
y las puertas no se abren...
es solamente esperar durante un día lento que se mueve
hacia una noche lenta
como mañana, nunca va a llegar
y cuando lo haga
será la misma mierda.

el milagro es el tiempo breve

sabés
fue muy bueno
fue
mejor que
cualquier cosa

fue como
algo que
pudiéramos
sujetar
sostener
y mirar
para luego reírnos
de eso.

estábamos en la
luna
estábamos en la
maldita luna,
lo teníamos

estábamos en el jardín
estábamos en el
pozo eterno

nunca hubo lugar
igual

era profundo
y
era luminoso
y
era elevado

estuvo cerca
de la locura,
nos reímos tanto        
tu risa
y
la mía

recuerdo cuando
tus ojos
dijeron amor
a gritos

ahora
como estas paredes
que cambiaron
silenciosamente.


mía

ella descansa como una bolsa de papas
puedo sentir la gran montaña vacía
de la cabeza.
pero está viva. ella bosteza y
se rasca la nariz y
se tapa bien.
después le voy a dar el beso de las buenas noches
y vamos a dormir.
Escocia queda lejos
y debajo de la tierra
andan los topos.
escucho los motores de esos autos en la noche
y en el cielo una mano blanca
saluda:
buenas noches, querida, buenas noches 

es nuestro

está siempre ese espacio ahí
justo antes de que nos atrapen
ese espacio
que nos relaja
nos deja respirar
digo
tirarte en la cama
pensando en nada
o digo
darte un vaso de agua de la canilla
mientras vos entrás 
en esa nada
ese espacio
tranquilo y puro
vale la pena
siglos de existencia
digo
solamente rascarte el cuello
mientras mirás por la ventana
una rama desnuda
ese espacio ahí
anterior a que nos atrapen
asegura
que cuando lo hagan
nunca tendrán
todo.



N de la T: Seleccioné estos poemas para la publicación como podría haber elegido otros pero lo cierto es que traducirlo -y esto es lo que quiero decir- es abandonarse a una luz mala que siempre es intermitente, acecha, está ahí diciendo caballos, mujeres, poesía.
Bukowski es la leyenda de la luz mala en el campo: vibra, da miedo, y aún así no podemos dejar de verla ni de refugiarnos.
Un hombre bestial en sus poemas.
Siempre pienso que sus poemas fueron (son) su vida. Por eso elijo ser especial delatora de su voz terrible. Quizás de esa forma él me señale con su varita mágica de la infelicidad y me ponga en su cuerpo para hablar a través.

Noelia Palma


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