viernes, 27 de marzo de 2015

CRÍTICA TEATRAL A LA OBRA "CASANDRA ESTA INSOLADA"




Casandra está insolada – Dir.: Sabrina Marcantonio
Versión libre de Agamenón de Esquilo

“Pueda mi mano, en fin, tomar la muy amada
del dueño de esta casa cuando regrese: el resto será mejor callárselo.
Tengo sobre mi lengua un gran buey.
Quien podría de manera más clara explicar lo ocurrido
fuera el propio palacio si voz cobrase.
Yo hablo para quien sabe, pero frente a quien todo ignore
De nada he de acordarme.”
Guardián (vv. 33-39)
Agamenón

La vuelta del héroe. La autoridad se baja de su carro triunfal, sacude el polvo de sus botas, agradecido de su suerte, pletórico de loas. Agamenón vuelve a su hogar, gente expectante lo espera con brazos abiertos…y lenguas afiladas. Vuelve con un recado, fruto de su extensa travesía: Casandra, la profetisa hija de Príamo. Desdichada, la joven yerra en desencuentros con quienes la van a recibir. La dama del hogar, Clitemnestra, de mal gusto soporta esta llegada de la “intrusa”, no sin antes escenificar el amor y el odio contenido hacia su marido Agamenón. Un varón cercano al señor, ha amancebado a la dama en su soledad. Es Egisto, primo del señor, quien subrepticiamente conjuró con la dama una sorpresiva bienvenida.
Hogar fastuoso, acomodado, donde la voz de la autoridad no roe los excesos. Bebidas finas, juegos, goces…Empero hay una gota de vinagre en este odre: la fe ciega de Casandra en sus augurios. Algo oscuro se avecina. Ella sabe lo que viene, pero queda a la vera de su nuevo dueño. Agamenón, impertérrito, sostiene el derecho de la nueva criada en este hogar hostil. Egisto se prepara, Clitemnestra afila sus garras…
La versión libre del clásico de Esquilo, el “primer trágico”, reubica la historia en un hogar moderno, pleno de comodidad, propio de acaudalados. Agamenón vuelve de un largo viaje de negocios, sin llamas de Hefestos que lo anuncien ni heraldos de naufragios supervivientes. Pero es él, macho inquebrantable que vuelve para gozar las veleidades de su hogar. Al cruce de este displicente señor, Clitemnestra, su mujer, juega con dos caras: la que le otorga el poder de ser su señora, aún aherrojada al fuego que los conminó al matrimonio; y otra cara, la deseosa de venganza, la de leona que quiere reivindicar la muerte de su hija Ifigenia en circunstancias dudosas. Partícipe de la estratagema de venganza está Egisto, quien arrastra una querella familiar con el señor que aún no ha mermado.
Todo marcha, salvo por Casandra, diáfana en sus decires, quien blandirá hojas de premoniciones por los aires. Agamenón no la escucha, Clitemnestra y Egisto deben silenciarla…¿cómo? El descrédito: “Casandra está insolada”. La “enferma” y “delirante” joven será el eje de la obra. Así el destino trágico se consume, sin reparos en Apolo ni en oráculos de Delfos.
La obra de Esquilo, relata el retorno y el crimen que acaecen en la casa real. Agamenón, hijo de Atreo de Micenas y de la reina Aérope, parte a Troya como comandante en jefe de la escuadra griega junto a su hermano Menelao. A su vuelta, sucederá uno de los hechos más representativos de la tragedia clásica. La obra es parte de la única trilogía completa que ha llegado del autor. En las contiendas teatrales helénicas los dramaturgos presentaban un bloque de tres tragedias y una obra satírica (comedia). La Orestía, conformada por Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides, fue ganadora del certamen en 458 A.C. A diferencia de la poesía hexamétrica Hesiódica u Homérica, Esquilo escribe en verso de manera que desarrolla una acción puesta en escena (drama significa acción), que remite a hechos heroicos y míticos del pasado, por lo cual es considerado (no sin tener antecedentes fragmentarios) el primero de los tres trágicos canónicos, seguido por Sófocles y Eurípides. La “tragedia” que deriva de “tragos”, macho cabrío, era un canto que se ofrecía en el altar de Dionisio, dios de la alteridad y la transformación. Estas se presentaban en disputas, análogas a competencias atléticas donde el ganador era distinguido y ofrecía el sacrificio del cabrón al dios y la ciudad. Las obras presentaban un coro que relataba imparcialmente las vicisitudes de la historia, un protagonista, y un deuteragonista quienes sostenían un conflicto. En estas irreconciliables diferencias se hallaba la armonía de la obra. Agamenón incorpora un tritagonista, que corresponde a Casandra o Egisto.
Al igual que las demás piezas, el destino trágico, inexorable, se ciñe sobre el hogar de los átridas. Atreo tortura y ultima al padre de Egisto; Agamenón ofrece para el favor de Artemis en su campaña bélica el sacrificio de su hija Ifigenia : “Grave sino no obedecer, pero grave a una hija, el orgullo de mi casa, degollar manchando mis manos en chorro brotado de una virgen moribunda. ¿Hay algo que esté libre de males? ¿Cómo escapo a la escuadra dejando a mis aliados? Lícito es desear con ansia el sacrificio que amanse al viento con virginal sangre. ¡Para bien sea!” (vv.205-217). Clitemnestra, hija de Tindáreo y Leda, deseosa de venganza prepara junto a Egisto su plan. Casandra, hija de Príamo, rey vencido de una ciudad pulverizada por el “rapto” de Helena a manos de Paris, es similar a un botín de guerra. Cada historia contiene una lógica para su desenlace trágico, justificable por las intervenciones del Olimpo. El final de Agamenón, se articula con Las Coéforas y Las Euménides, donde la historia de venganza vuelve a acechar teniendo como protagonista a Orestes, hijo del fallecido rey.
Estas pequeñas viñetas sobre el autor acompañan mis intenciones de describir la obra Casandra está insolada. Es una muy original adaptación, sutil a la hora de plantear similitudes y diferencias con el clásico; llena de emoción gracias a un elenco que deja todo, paso a paso, parlamento a parlamento. Hay risa, hay tristeza, hay ironía, hay de todo. Un placer ver el compromiso de una puesta en escena que reivindique la obra clásica de una forma coloquial y novedosa. Esto es teatro. Casandra está insolada demuestra que un drama de dos mil cuatrocientos años atrás tiene infinitas posibilidades de contarnos los límites del entendimiento y el sentir humanos.
Casandra está insolada se presenta los Viernes 21 hs. En El Piso, teatro y afines, Hidalgo 878 CABA.
Ficha técnica
Elenco:  Julian Castro (Egisto)
                Florencia Colace (Casandra)
                Ayelén Duniec (Clitemnestra)
                Franco Planel (Agamenón)

Música original: Rodrigo Alcaraz / Escenografía y vestuario: Casandra está insolada / Diseño gráfico: Margarita Cubino / Diseño de Iluminación: Marcos Ribas / Prensa: Carolina Reznik / Asistencia de Dirección: Marianela Follonier / Dramaturgia y Dirección: Sabrina Marcantonio.     

Crítica realizada por Guido Facile

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