martes, 7 de junio de 2011

A LA MORFINA Por Julio Verne



¡Toma, doctor, si es necesario las alas de Mercurio
para traerme más pronto tu bálsamo precioso!
Ha llegado el momento del pinchazo
que, de esta cama de infierno, me lleve a los cielos.

¡Gracias, doctor, gracias! ¡Que más da que la cura
ahora se prolongue durante días aburridos!
¡El divino bálsamo esta aquí, tan divino que Epicuro
hubiera debido inventarlo para uso de los Dioses!

¡Siento que circula, que me penetra
un inefable bienestar del espíritu y del cuerpo ,
es la calma absoluta en la serenidad!

¡Ah!, pínchame cien veces con tu aguja fina
y te bendeciré cien veces, Santa Morfina,
de la cual Esculapio haya hecho una Divinidad.

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