LLTV: Los tres libros más
importantes que hayas leído o que mayormente te constituyeron como persona.
RO: “Creación de un personaje” de Constantin Stanislavsky, “La
insoportable levedad del ser” de Milan Kundera y “Mil mesetas: Capitalismo y
esquizofrenia” de Deleuze y Guattari.
LLTV: ¿Último libro que
leíste?
RO: “Barbarie y civilización” de Gabo Ferro
LLTV: ¿Qué libro te marcó
algo para siempre y por qué?
RO: Es muy difícil responder esta pregunta, así como fue difícil elegir tres
libros que creo me hayan marcado. Lo que me clarificó la respuesta fue
concentrarme en que me hayan constituido como persona y por supuesto me surgió
el “por qué”, por ende creo que los tres
libros primeramente mencionados me han marcado para siempre. Tiene que ver con
el momento de mi vida en que los he leído además de sus contenidos:
“Creación de un personaje” de Stanislavky, fue el primer libro de teoría
teatral que me compré, fue a mis 13 años, y con él descubrí que había un mundo
teórico que enmarcaba, sustentaba y construía lo que hasta entonces hacía como
puro juego. Fue una especie de “despertar” del hacer teatral en todas sus
posibilidades, que nunca dejé de transitar. Si bien mis elecciones estéticas y
teóricas luego se alejaron de Stanislavky y casi no trabajo con ese marco
teórico, no se puede discutir que como “padre de la pedagogía teatral” ha
abierto caminos y miradas. “La insoportable levedad del ser” de Kundera, fue la
primera novela que me voló la cabeza, en su perfecta combinación de relato
ficcional y filosofía. Con ese libro me entretuve, me emocioné, me angustié y
pensé tanto que creo que cambié luego de terminarlo. Y “Mil mesetas…” de Deleuze y Guatarri, me
de-construyó y me volvió a armar. Fue un libro que me hizo cambiar el modo de
ver la vida, el arte, la historia, el cotidiano, a las personas. Me abrió la
cabeza y la mirada, me dio herramientas para trabajar como formadora actoral y
teatrera.
LLTV: ¿En qué circunstancias
escribís?
RO: No suelo escribir, por lo menos no en la manera convencional
imaginada: sentarme frente a un papel y llenarlo de palabras. Sí suelo
“escribir” desde la acción, desde la exploración teatral en el espacio de
acción. Lo hago casi todos los días, dando clases o ensayando. La mayor parte
de las veces queda en lo efímero del “aquí y ahora” propio del hacer teatral y
algunas veces bajan a papel para transformarse en dramaturgias que estructuren
el hacer, como en todas las “versiones libres” que he dirigido, como en “Noche
tan linda” (obra de Pablo G. Gámez en su versión original) o en “Debe ser el
humo” (obra en cartel construida con esta forma de laburo junto a las actrices
y el actor).
LLTV: ¿A qué personaje de
qué libro invitarías a tomar un café, y por qué?
RO: ¡Uff…qué difícil! Luego de pensar un rato, elijo al “Viejo Antonio”,
personaje de uno de los relatos del Subcomandante Marcos que forma parte del
libro “Los Otros Cuentos”, por supuesto que no lo invitaría a tomar un café, en
todo caso unos mates. Me fascinaría charlar con él y que me cuente, me cuente y
me cuente. De cómo es el “ser” del cual surgió, de cómo son sus tierras, sus
luchas, sus victorias, de cómo ha logrado él y su gente mantenerse
intransigentes al “sistema alienante”; de qué se siente saber con convicción lo
que realmente es esencial en la vida; que me cuente cómo es vivir con las manos
en la tierra, en la tierra propia, y la mirada firme en los ojos de quien
pretenda cambiarlo. Le pediría que fuera mi abuelo por un rato y me cante sus
canciones, me hable de nuestros antepasados y me llene de historia; la que no
está en casi ningún libro, la verdadera, la que siempre pareciera perder pero
está ahí, latiendo, esperando, organizándose y existiendo.
LLTV: ¿A qué personaje
de qué libro invitarías a comer en tu casa dispuesta a divertirte y pasar un
buen momento, y por qué?
RO: Creo que a algún Cronopio del libro “Historias de Cronopios y de Famas”
de Julio Cortázar. Quien haya leído este libro sabrá que los Cronopios son
personajes impredecibles, idealista y poco convencionales, por lo qeu supongo
que una cena con cualquiera de ellos podría ser muy divertida. Además de poder
conocer un poco más de sus formas, pensamientos y sentimientos ya que como
todos “seres” extraños, son bien enigmáticos, como todo lo que se corre de la
norma.
LLTV: ¿Recordás qué libro te
generó muchísima expectativa y te defraudó en la misma o mayor proporción?
RO: Más que un libro en sí, un autor: José Saramago. Tanto alarde escuché
sobre él que empecé a leer “La balsa de piedra” y no pude conectar con su forma
de escritura, me aburrí mucho y no pude continuarlo. De todas maneras no volví
a darle una oportunidad, a sabiendas además que son súper subjetivas mi
sensación y mi impresión.
LLTV: ¿Qué cosa es lo que
más te sorprende de la humanidad?
RO: Su ambigüedad de existencia que oscila entre la belleza y el horror…
LLTV: Se está por estrenar “Noche Tan Linda”, desde el 14 de septiembre
en DelBorde Espacio teatral, Chile 630, CABA ¿Cómo Directora de esta obra, nos podés
contar con qué se va a encontrar el
espectador?
RO: Con una obra que va a interpelarlo/a de alguna manera. El corazón
temático de “Noche tan linda” es de un entramado complejo, poco cotidiano para
la mayoría de las personas, como lo es la cotidianeidad a la que se enfrentan
las personas transgénero. Por supuesto que es un tema conocido por todos, pero
por lo general es ubicado en la lejanía de “las noticias”. “Noche tan linda”
pone de manifiesto sus luchas, sus sueños, sus dificultades, desde un lugar de
cuestionamiento a la mirada “heteronormativa” y de mucha ironía al discurso del
“sentido común”, puesto en palabras de personajes como “las madres” por ejemplo, donde cualquiera podrá reconocerse en algo
de todo lo que dicen y donde nos encontraremos riendo de pensares y decires que
cuando los cuestionamos un segundo, la risa se transformará en sonrisa amarga. De
todas maneras, como la temática es fuerte y muy densa por momentos, le buscamos
y creo que le encontramos momentos de aire fresco, así que esperamos que las y
los espectadores vivencien tanto momentos de reflexión y cuestionamiento, así
como de risa, ternura y empatía.
LLTV: ¿Hubo mucho trabajo
previo para la realización de esta versión libre del libro original de Pablo
Gamez? ¿Cómo lo trabajaron?
RO: ¡Muchísimo! Por empezar para que el grupo haya llegado a esta
instancia tuvo que transitar primero cuatro años de formación actoral en
LugarOtro Estudio Teatral, espacio que dirijo y donde doy clases. Segundo para
llegar a nuestra versión de “Noche tan linda” que se estrenará este 14 de
septiembre llevamos casi dos años de trabajo, el primero fue de elección y
exploración del material dramatúrgico y el segundo fue de profesionalización y
ensayos. El trabajo sobre la obra comenzó el año pasado (2015), donde el grupo
que cursaba 4to año, eligió “Noche tan
linda” de Pablo García Gámez para realizar un trabajo de exploración y de
investigación para hacerla propia en tanto temáticas e intereses que
motorizaran el hacer. Ya durante el 2016, de marzo a septiembre trabajamos en
la profesionalización (ensayos, elección de sala, pedido de subsidios,
convocatoria de colaboradores: escenógrafa, diseñador gráfico, iluminador, etc).
La obra tiene como protagonista a una persona que nace hombre y que desea ser
mujer: Camelia Margarita. En nuestra versión libre decidimos multiplicarla, por
ejemplo, como forma de partir de una historia en particular que estructure el
relato ficcional pero que se multiplique en cualquier persona que vivencie las
mismas circunstancias. Fue mucho trabajo de exploración y deconstrucción sobre
todo para poder reconocer cuáles iban a ser nuestros puntos de llegada. Tuvimos
que investigar mucho para poder abordar la temática de la diversidad de género con
respeto y así sumarnos a la lucha de obtención de derechos.
LLTV: ¿En qué otros
proyectos estás trabajando Romina?
RO: Actualmente con FaltaUno Elenco, otro de
los elencos surgidos en LugarOtro Estudio Teatral, estamos trabajando en una
nueva exploración que devendrá en obra a estrenarse a principio del año que
viene. Por otro lado se encuentra en cartel “Debe ser el Humo”, obra que dirijo
y también escribí junto al actor y las actrices del elenco. Es una obra que
puede enmarcarse en el territorio del teatro del absurdo, que nos llevó mucho
trabajo de precisión estética, tanto actoral como de puesta. Una precisión casi
cinematográfica, lo que el hecho vivo intrínseco al teatro, nos permite, claro.
Es una obra que genera mucha comicidad así que pueden asegurarse pasar un buen
momento, pero a su vez puede generar la sensación de incomodidad, de falta de
aire, propio de una temática con tintes existencialistas característica bien
propia del absurdo. Pueden verla en La
Pausa Teatral (Av. Corrientes 4521) los jueves a las 21hs.
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