miércoles, 25 de julio de 2018

CRÍTICA A LA OBRA "ENAMORARSE ES HABLAR CORTO Y ENREDADO"




Qué fue primero: ¿El huevo o la gallina? 

El mate: ¿Es la compañia que se ajusta precisa al ocio o será entonces que el ocio, ese tiempo de distracción y dolce far niente, convoca pícaramente a la tradicional infusión telúrica? Estas disquisiciones y otras tantas más, tal vez puedan tener cabida en un primer encuentro, entre un hombre y una mujer tal como nosotros, con lo específico y lo convencional, en la medida de cada uno.

El vuelo etéreo de una mariposa puede ser el puntapié inicial que de origen a un encuentro de almas, al posible y misterioso estallido que son los primeros atisbos del amor, esa suerte de sincronizada aproximación de dos naves, dos personas que portan cada una un mundo, su propio mundo a cuestas.

Esto sucede en un banco de plaza, de un pueblo chico. Balbuceos, palabras que se enciman, se cortan y atropellan. Mate va, mate viene, palabras confusas, a veces ambiguas, siempre saltarinas. Ella es una señorita  citadina, poco agraciada, hace un tiempo ya en edad de merecer. El es hombre de campo, franco, simple, algo rudo, viudo con dos hijos. Y el extraordinario descubrimiento al que uno asiste azorado, borracho de excitación, cuando se encuentra a alguien que ve el mismo vuelo, de la misma mariposa multicolor, en simultáneo instante. Ese milagro que unos llaman amor.

Estas simplezas, estos dilemas nos plantea la obra de Leandro Airaldo, con la llaneza finamente etérea del vuelo de una mariposa.

El desempeño actoral de Soledad Piacenza (como Ana) y de Emiliano Díaz (como Pedro) es elocuente y elusivo en su justa medida. Muy bueno el trabajo de ambos. El diseño escenográfico de Miguel Nigro: un banco de plaza, a la vera de un arbolito, con un dispositivo giratorio narrativamente bien utilizado, posee la belleza simple de lo bien construido. La iluminación, el diseño sonoro y el vestuario, todos en su justa y bien calculada medida, suman para que el relato escénico tenga la impronta de un mecanismo de aceitada precisión.

Como los michelángelos dedos a punto de hacer contacto. Como cuando el amor, el insight asombroso de ese sentimiento se cruza en nuestro camino, deslumbrándonos.


ELENCO: Soledad Piacenza, Emiliano Díaz

ESCENOGRAFÍA: Miguel Nigro

ILUMINACIÓN: Luciana Giacobbe

VESTUARIO: Alicia Macchi

DISEÑO SONORO: Silvia Vives

PRODUCCIÓN: Nadia Estebanez

DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: Leandro Airaldo

El Camarín de las Musas
Mario Bravo 960 CABA

Domingos 18:45 hs

Crítica: Gustavo Oviedo










1 comentario:

  1. es una obra hermosa y llena de musica entre ellos los actores son divinos y el maestro AIRALDO TIENE UN DON piensa escribiendo ,escribe pensado es una obra para no dejar de ver ana

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