lunes, 16 de julio de 2018

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "PASO DOBLE"





Transcurren los años de la última dictadura (que no fue la única que padecimos), finales de los ´70. Una pareja de artistas trashumantes, artistas de varieté, León y Zarzamora sus nombres “artísticos”, trabajan en un tugurio de mala muerte y también viven allí, en un sótano, hacinados y carentes de todo. Viven su día a día, sus grises días, iguales en su monotonía sin vuelo, ajados, tanto como su rutina de pasodobles y coplas que de tan repetidas se convierten en eso, rutina.

Un día de tantos se presenta un jóven guitarrista (el que tenían huyó robandoles algunas pocas pero necesarias cosas), ingenuo, soñador, con sus ilusiones intactas y con todas sus ganas. Solo quiere sentirse artista.

Su presencia moviliza tanto esperanzas, las de Zarzamora, como desconfianzas, las de León. Resulta un revulsivo que extrema las tensiones antes latentes y permite un algo de luz, como lo nuevo que es, como lo puro que se instala en ese mundo hostil y apagado, el de la pareja de pasodobles y coplas, que bailan la música que se debe y dicen lo que está mandado. Un personaje ominoso, Raimondi, amigo de la infancia de León, oscuro y brutal, es el antagonista perfecto de la inocencia prístina de Poroto, el jóven guitarrista.

Este Raimondi es quién, con modos confianzudos y maneras aceitadas, corrompe a la pareja sin saberlo ésta de las mañas del tipejo. ¿Sin saberlo?

Es interesante observar la metáfora que se plantea de una sociedad “inocente” a la cual siempre “la engañan”. Aún hoy. Con otros modos no menos dañosos.

Zarzamora y Poroto se sienten atraídos, una porque ve en él la inocencia perdida, el otro porque siente una mirada cálida que desconoce. Planean huir y jugar su futuro al pétalo de una flor. Y la rutina interviene para que las cosas sigan el camino que está marcado.

Correcto el trabajo de todo el elenco. Dan vida a los personajes de este grotesco de Gabriela Fiore que está imbuido del espíritu de esa época.


Dramaturgia:  Gabriela Fiore

Elenco:  Tony Lestingi, Gabriela Fiore, Pablo Sórensen, Ruben Estevez

Escenografía:  Florencia Ayos

Vestuario:  Tati Marioni

Iluminación: Caro Rabenstein

Dirección:  Tony Lestingi


                         Teatro La Máscara         Sábados 22 Hs
                            Piedras 734 CABA                          


Crítica Gustavo Oviedo                          



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