Transcurren los años de
la última dictadura (que no fue la única que padecimos), finales de los ´70.
Una pareja de artistas trashumantes, artistas de varieté, León y Zarzamora sus
nombres “artísticos”, trabajan en un tugurio de mala muerte y también viven
allí, en un sótano, hacinados y carentes de todo. Viven su día a día, sus
grises días, iguales en su monotonía sin vuelo, ajados, tanto como su rutina de
pasodobles y coplas que de tan repetidas se convierten en eso, rutina.
Un día de tantos se
presenta un jóven guitarrista (el que tenían huyó robandoles algunas pocas pero
necesarias cosas), ingenuo, soñador, con sus ilusiones intactas y con todas sus
ganas. Solo quiere sentirse artista.
Su presencia moviliza
tanto esperanzas, las de Zarzamora, como desconfianzas, las de León. Resulta un
revulsivo que extrema las tensiones antes latentes y permite un algo de luz,
como lo nuevo que es, como lo puro que se instala en ese mundo hostil y
apagado, el de la pareja de pasodobles y coplas, que bailan la música que se
debe y dicen lo que está mandado. Un personaje ominoso, Raimondi, amigo de la
infancia de León, oscuro y brutal, es el antagonista perfecto de la inocencia
prístina de Poroto, el jóven guitarrista.
Este Raimondi es quién,
con modos confianzudos y maneras aceitadas, corrompe a la pareja sin saberlo
ésta de las mañas del tipejo. ¿Sin saberlo?
Es interesante observar
la metáfora que se plantea de una sociedad “inocente” a la cual siempre “la
engañan”. Aún hoy. Con otros modos no menos dañosos.
Zarzamora y Poroto se
sienten atraídos, una porque ve en él la inocencia perdida, el otro porque
siente una mirada cálida que desconoce. Planean huir y jugar su futuro al
pétalo de una flor. Y la rutina interviene para que las cosas sigan el camino
que está marcado.
Correcto el trabajo de
todo el elenco. Dan vida a los personajes de este grotesco de Gabriela Fiore
que está imbuido del espíritu de esa época.
Dramaturgia: Gabriela Fiore
Elenco: Tony Lestingi, Gabriela Fiore, Pablo
Sórensen, Ruben Estevez
Escenografía: Florencia Ayos
Vestuario: Tati Marioni
Iluminación: Caro
Rabenstein
Dirección: Tony Lestingi
Teatro La Máscara Sábados 22 Hs
Piedras 734
CABA
Crítica Gustavo
Oviedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario