miércoles, 13 de febrero de 2013

ENTREVISTA A LEO SUJATOVICH, EN EXCLUSIVA PARA LA LETRA TAL VEZ - SEGUNDA PARTE -


LLTV: ¿En qué circunstancia componés? 

LS: No hay una circunstancia en particular. Tengo momentos en que me surge mas espontáneamente, o hay momentos en que por ahí voy pensando algo que quiero componer y hay un proceso de pensar, y después sentarse a ver que sale. La composición es un proceso bastante complejo, bastante…a ver te hablo de lo que me pasa a mí…para nadie es fácil, pero habrá para quienes será mas o menos complejo, mas o menos fácil, mas o menos traumático. Hay muchos momentos de encuentro y desencuentro con lo que uno escribe también. De ir para adelante, de ir para atrás. De hacer, de deshacer. Y eso genera mas y menos confianza con lo que estás haciendo. Para mí es importante siempre, intentar conservar cierta distancia inclusive con la escritura, que es lo que a veces permite objetivarlo. A veces tomo cierta distancia, pasa el tiempo lo agarro y digo “¿esto lo escribí yo’”, y me respondo “que bueno, o que cagada” (risas). 

LLTV: Lo asocio por lo que decís a la escritura literaria. 

LS: Ahí va, yo creo que debe ser un proceso semejante. 
 
 

LLTV: Y en lo emocional cuando terminás de componer, te pasa que después sentís un desarraigo, algo así como decir “bueno ahí está, esto ya no es mío”. 

LS: Eso no sé. Eso que vos decís hay mucha gente que lo menciona, es una sensación que la obra deja de ser del autor para pasar a ser de los demás. Me parece un poco raro. Como expresión yo no la comparto tanto, no me la puedo figurar mucho para mí. Me parece fantástico que el otro pueda hacerse de la obra en el sentido de incorporarla, de disfrutarla, de identificarse, lo que quieras. De hecho a mí me ha pasado con obras de otros, al punto de decir “qué mortal lo que escribió este tipo, lo quiero seguir escuchando, qué bien me hace escucharlo”. Pero me parece que el autor, quiera o no tiene, un lazo con esa obra que es un lazo inapelable. Aún te diría pasado el tiempo… Hace mucho tiempo grabé un disco de una cantidad de música que yo había compuesto, y mientras yo hacía ese disco tenía la sensación de que en realidad no era esa la música que me identificaba en ese momento. Pero bueno, yo estaba embarcado, lo terminé, y es un disco que terminé de grabarlo en EE.UU. con unos músicos increíbles de allá, con Michael Breker, con unos tipos bárbaros. Lo mezclé allá, lo edité acá y nunca lo presenté, nunca lo toqué en vivo. Sentí que era una música que no me iría a representar demasiado en ese momento. 

LLTV: ¿Y cómo pegó en el mercado ese disco?

LS: Vos sabés que me pasó una cosa complicada. Cuando yo terminé el disco se lo llevé a un sello y me pusieron muchos peros para editarlo, pero finalmente lo editaron. Un disco instrumental, con música de fusión. “Dulces Sueños” se llamó el disco. Estaba en algunas disquerías y me acuerdo que a los seis meses más o menos me llaman del sello y me dicen “Che te llamo porque el disco anda bien, la verdad me lo piden, te lo queríamos contar. Juntémonos a ver cómo sigue esto”. Y me cagaron porque yo no quería seguir por ahí.  

LLTV: Te mataron…

LS: No, yo fui de frente y les dije “Mirá, yo estoy en un momento de viraje, si vos querés que saque un disco como ese, lo siento pero no puedo hacerlo”. Y ahí quedó. Y me llevó bastante tiempo encontrar un nuevo camino expresivo. Que fue recién en el 2000 cuando grabé un disco de tango. 

LLTV: Que fue el disco que tanto éxito tuvo, perdón no sé si la palabra exacta es éxito.

LS: No, no sé si…A ver, fue un éxito para mí porque encontré…a ver eso es éxito para mí: Encontrar el camino por el cual seguir haciendo cosas.  

LLTV: Éxito es una palabra pesada.

LS: Es una palabra muy pesada.  

LLTV: Encima a vos que te caracteriza el bajo perfil, uno de los tipos más premiados y no estás en la tapa de los diarios, y mas allá de que el premio igualmente es el juicio de valor de alguien.

LS: Los premios para mí son un arma de doble filo, trato de tomarlo como una caricia, un reconocimiento, y…curiosamente después de recibir un premio nunca me vino nada demasiado bueno. 

LLTV: Paradójico

LS: Uno dice “Uh, le dieron tal premio, ahora lo van a llamar de todos lados”. Todo lo contrario (se ríe). Te juro. Ves esos premios de ahí arriba (nos muestra unos 4 o 5 premios que luce en una repisa alta), esos se llama Lápiz de Platino, son el máximo premio que se le otorga a la música de publicidad. Son un montón, bueno eso se da una vez al año. Esos años, los meses subsiguientes a la entrega de esos premios, no tuve laburo. 

LLTV: En definitiva el mayor premio es que artistas como Eladia Blázquez, Mercedes Sosa, Spinetta en su momento, Fito ahora, te hayan convocado para hacer algo juntos.

LS: Es tal cual como lo decís vos, mirá el día que yo una mañana estaba tomándome un café en un bar y me entró un mensajito de texto de Fito proponiéndome hacer un disco con él…esa es la ficha que cae. 

LLTV: ¿Cuales son los tres mejores discos que escuchaste en tu vida?
 
LS: (Lo piensa durante varios segundos) Te voy a decir los tres que me acuerdo ahora. Tres discos que yo recuerde ahora que me hayan marcado mucho…por ejemplo Chick Corea El Sombrerero Loco,  Rick Wakeman Las Seis Esposas de Enrique Octavo, El disco Symbiosis, que es una obra, el disco es de Bill Evans. O sea la obra Symbiosis.

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