“La consigna para todo peronista, esté aislado
o dentro de una organización, es contestar a
una
acción violenta con otra más violenta.
Cuando uno de los nuestros caiga caerán cinco
de
los de ellos!”
(J. D. Perón / agosto 1955)
“Viva el
cáncer”
(grafitti anónimo 1952)
En 1952 yo era
muy chico, un niño huraño, tímido, con una rebeldía tácita, con dudas, temores,
certezas gelatinosas y muchas, muchas ganas de jugar, como un niño...con mis
chiches.
Imagínense:
nacido en la década de los ´60, en 1952 yo era muy chico.
También era muy
observador.
Escuchaba a los
adultos discutir, burlarse, pontificar, reírse, “cachar”, abrazarse. Ofensores
vs. Ofendidos. Socarrones vs. Furiosos. Gritones vs. Masculladores. Más
adelante comprendí que todo eso era algo así como… Civilización vs. Barbarie. A
lo argentino. No me quedaba claro quién jugaba para cuál equipo.
La biblia y el
calefón.
Entendí que los
adultos eran unos niños grandes que se apasionaban con sus juegos y, a veces,
sin querer (?), rompían sus juguetes. Y todo volvía a empezar de nuevo, como
una gigante rueda en un parque de diversiones, una feria del ser niño argentino…
1952. En una
casa de familia se festeja el compromiso de una de las hijas. Es domingo, se
come pasta. Una familia peronista, con foto y altar incluídos. Los invitados:
los tíos con sus hijos, todos antiperonistas.
Surgen entonces
los brindis, las historias familiares, los reproches, lo que se debe callar,
los gritos, las ofensas, los ferrocarriles, el oro en los bancos, el desprecio,
etc. El regreso de una hija descarriada provoca un cisma; el prometido de la
hija, un italiano picaflor y escondedor, incita a otra división.
Una deuda de
juego del jefe de familia posibilita la aceptación de la hija deshonrosa,
cuando ésta ofrece hacerse cargo de esa deuda y así salvar el negocio familiar.
También la familia del hermano adversario aporta a la unión, condonando la
deuda. La grieta en ese entonces, antes aún, también ahora.
“Un almuerzo argentino” es una obra
deliciosa en un espacio exquisito, un delicatesen para los sentidos del
espectador. Actuaciones creativas y desopilantes, música en escena, canto, una
puesta que jerarquiza las situaciones dramáticas. Un muy buen espectáculo,
divertido, con lúdica alegría y correctamente elaborado. Como un buen almuerzo.
Ah… hay empanadas y vino!
¿Acaso no
estamos invitados a la fiesta?
ELENCO:
Trinidad Asensio, Juan M. Charadia, Gabriela Dey, Amilcar Ferrero, Pablo Fetis,
Nicole Kaplan, Federico Lozano, Melisa Omill, Guillermo Osuna, Horacio Pucheta,
Lucila Rosende
VESTUARIO:
Maricel Aguirre
DRAMATURGIA
y DIRECCIÓN: Bernardo Cappa
Prensa: Mariano Casas Di Nardo
Teatro HASTA TRILCE
Domingos
13 HS
Maza 177
CABA
Crítica:
Gustavo Oviedo
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