sábado, 13 de septiembre de 2014

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "CONQUISTADORAS" Por LAURA BERALDI



 
Conquistadoras se nos presenta como una lucha. En un ring, dos mujeres: una la española, otra la argentina.

Se suben dos personas, lógicamente por motivo propio. ¿Ellas han llegado allí por imposición? ¿Cuál es el conflicto?

Dado que ese es el escenario en el que se plantea ésta historia le escapa al objetivo mismo de ganar o perder, aunque anuncie lo contrario.  

Dentro y fuera de la dramaturgia un claro mensaje debe estar relacionando idea con idea, yendo desde la prensa (integrada por las intérpretes); hasta sus reales nacionalidades que se montan a la escena.  

Susana Hornos como dramaturga entonces, dirigidas ellas, por Julia Calvo.

Compañerismo de autorías evidente, aquí, un zigzag de entrega.

-No será fácil dejar el moño de la dirección en manos de otra persona siendo dueño del texto, más aún, dueño de la voz y la elección del encarnado del mismo en uno de los personajes principales-

Divertido.

Cristalinas las facetas que se le dieron a esta historia y a cómo se va a contar.
 

Son dos amigas enemistadas en un punto que se dispersa en varios hechos puntuales, significantes de lo mismo, “la bandera”.

La española viene a la Argentina en la crisis, la argentina se va para España en la crisis. 
 
 

Cada una en su mambo se cruzan, se quieren, dibujando una cruz como en el mapa de un tesoro en la que el amor es el punto en las líneas juntas.

Obligadas a odiarse por un enfrentamiento de tierras piden refugio, se defienden y temen, extrañan e intentan justificar catárticamente por qué se fueron de su sitio. 

El sujeto absorbe al medio y viceversa. Y ya que existe el precioso matiz, esta pieza en si misma es la instancia representada.
 

La argentina nutrida de Buenos Aires,

                                                La española inmersa en una rítmica Z

 

¡Los encuentros son traicioneros! Decidamos que se produzca o no, una vez realizado el hecho se mueve por si mismo y el azar y el sentimiento agregan el misterio de que no todo controlamos.

Son ellas dos, la trama cada una un color, derecha e izquierda, sombra, luminosidad.

Bien ahí el humor casi triste.

La escenografía se tiró al suelo, y también se colgó del techo.

La luz + color agregó sentido a la fantasía, y la música fue bien desplegada (en parte, música original)

Bien patriota, y a su vez no, ya que aún contrincantes pueden pelear, porque son iguales.

 

Miércoles y sábados 20 hs hasta el 11/10

Auditorio Losada, Corrientes 1551
 
Crítica realizada por Laura Soledad Beraldi

 

 

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