viernes, 10 de abril de 2015

CRÍTICA TEATRAL A LA OBRA "PESSOA, ESCRITO EN SU NOMBRE" dirigida por Alfredo Martín




Pessoa, escrito en su nombre – Dir.: Alfredo Martín

Corre 1935. En alguna taberna del más allá, un maestro tuberculoso irrita con sus decires a desentendidos bebedores. Otro, de humor mendaz, tira colillas por una ventana. Un médico se burla de pueriles aventuras con remembranzas helénicas. Aburridos del discurso, se disponen a perderse, no sin antes mirarse fijamente. Cada uno se lleva un trozo del mapa, con sus propias coordenadas, unidos por su lado incompleto. Una tarde de noviembre, la sociedad de estos poetas inicia un viaje eterno.

En 1888 nace en Lisboa Fernando Antonio Nogueira Pessoa, hijo de Joaquim de Seabra Pessoa y María Madalena Pinheiro Nogueira. A los cinco años perderá a su padre, y poco después asistirá a las segundas nupcias de su madre. La vida lo traslada a Durban, en Sudáfrica, donde inicia sus estudios primarios. Su educación sajona perpetuará en él un deleite por las letras inglesas, lo que empuja a este joven a recorrer el camino de la creación literaria. Luego de graduarse con honores en cada instituto al que accedió, retorna a su ciudad natal en 1905. Gracias a su manejo del idioma inglés, se incorpora a la función pública como corresponsal extranjero, además de dedicar su tiempo al periodismo y a la traducción de obras inglesas al portugués. La vida lo encontrará con Ofelia Queiróz, una joven menor que él, con quien mantendrá una escueta relación, interrumpida por las extravagancias del poeta. A raíz de un cálculo biliar, consecuencia de su excesiva ingesta de alcohol, muere el 30 de Noviembre de 1935.

Pessoa, escritor sin parangón en la historia de Portugal, amante de las letras inglesas, poeta introspectivo, aislado, controversial, nos legó una extensa obra en su corta vida. En su mayoría, fue editada de manera póstuma, salvo sus obras de poemas y sonetos en inglés, y el poema Mensagem. Uno de los elementos que ha cosechado mayor curiosidad respecto a su estilo, corresponde a sus personajes fantásticos, denominados heterónimos. De sus setenta y dos heterónimos (aproximadamente), son cuatro los de renombre en su obra: un misterioso poeta filósofo llamado Alberto Caeiro; Álvaro de Campos, un ingeniero nihilista; el doctor Ricardo Reis; y el escritor Bernardo Soares.

Cada uno con sus particularidades, los heterónimos funcionan como piezas del repertorio fantástico de Pessoa. Encarnan una mirada sobre el quehacer poético y reflejan diferentes aprehensiones sobre la vida. Éstos dialogan entre sí, y hasta polemizan con Pessoa. Por fuera de su manipulación ficcional, el poeta les da vida a estos personajes en su vida pública e íntima. En alguna ocasión, durante su intercambio epistolar con Ofelia, la joven le hace saber que odia a Álvaro de Campos, debido a que éste heterónimo (un ingeniero homosexual nihilista) la rechaza de manera vehemente (Pessoa llegó a firmar cartas con el nombre de dicho heterónimo). Sin excederse del marco de esta reseña, es preciso destacar que Pessoa, atomizado en personajes ficticios (que hablan por sí mismos, y que tienen fecha de natalicio y muerte), disimuló el asilamiento desde niño utilizando estas creaciones, quizás para morigerar el encuentro con una nueva familia. Desde pequeño, sus heterónimos fortalecieron un auto-diálogo, que poco a poco fue tamizado y pulido con intenciones poéticas.  La “realidad”, doblemente ficcionalizada, se aísla en el vivir de estas almas fantásticas, cada una con sus propios dilemas. Alberto Caeiro, a quien Pessoa lo apoda “el maestro”, es un campesino sin instrucción formal, pero con una sólida capacidad reflexiva y poética, que pregona una suerte de paganismo refractáreo a la metafísica. Muerto joven por tuberculosis, es uno de los heterónimos que abultan su legado poético. Otro caso es el de Ricardo Reis, médico, el cual se exilia en Brasil por cuestiones políticas. Él es un conservador nato que reivindica ideales de antaño, que intuye la razón en la proporción y la disciplina; y que recita versos clásicos de Homero y de Píndaro.
Otra curiosidad es el afán de Pessoa por la astrología y las organizaciones iniciáticas. En ocasiones defendió públicamente a los Rosacruces y la masonería, tomando distancia de la institución católica. A su vez, conoció al renombrado ocultista Aleister Crowley, con quien mantuvo una estrecha relación.



Esta breve introducción nos permite acercarnos a la propuesta del dramaturgo Alfredo Martín. Pessoa significa en portugués “persona”. Un sujeto inicia su aventura en la vida encadenado a un pivote: un nombre. Él es persona, alguien…algo que se eyecta de sus palabras. Pessoa es una pluralidad de seres con rostro y lengua propia. Así toman vida los heterónimos, que a él subsisten.

La magistral pieza nos involucra en los diálogos que el poeta mantiene con sus personajes. Pessoa, minusválido por su precaria salud, se encuentra bajo el cuidado de Isabel, una joven enfermera. En su habitación desfilarán los seres significativos en su vida: el poético Caeiro, el nihilista y reflexivo De Campos, Ofelia y el horaciano Reis. La obra le da cuerpo a estos personajes, a estos pensamientos desdoblados del poeta, al punto de ser ajenos, autónomos…

Pessoa, escrito en su nombre es una apuesta sublime, que transporta las vicisitudes de estos seres a nuestra piel gracias a un elenco excelente que nos roba la atención a lo largo de toda la obra.
Los nombres de Pessoa son varios. Quizás para el poeta la palabra “vivir” haya sido particularmente amplia y diversa. Muerto, aún tiene como elegir para contarnos su historia.  

Pessoa, escrito en su nombre se presenta los Viernes 22:30 hs en Teatro Andamio 90, Paraná 660 CABA
Ficha técnica:
Elenco: Marcelo Bucossi (Fernando Pessoa)
                Dolores Pérez Demaría (Isabel)
                Leonel Dolara (Álvaro de Campos)
                Mariano Scovenna ( Alberto Caeiro)
                Daniel Begino (Ricardo Reis)
                Lorena Szekely (Ofelia Queiróz)
Escenografía e iluminación: Gonzalo Córdova / Asistente de escenografía: Isabel Gual / Diseño de sonido: Mariano Schneier / Vestuario: Jessica Menéndez / Fotografía: Sol Atta / Diseño gráfico: Gustavo Reverdito / Prensa: Silvina Pizarro / Asistente de Dirección: Cinthia Demarco / Dramaturgia y dirección: Alfredo Martín       


Crítica realizada por Guido Facile

1 comentario:

  1. Muchas gracias por la reseña crítica Guido Facile. Para nosotros es un placer poder hacer esta obra, sumergiéndonos en cada función en el mágico universo de Fernando Pessoa. Saludos!

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