Lorenzo se
siente un hombre derrotado. Se predispone a pasar sus años finales acostado en
un viejo sillón. Siente la humillación de vivir mantenido por su hija que lo
trata con disciplina de hierro. Hasta que un viejo amigo lo visita.
Es Arturo,
que junto a otros amigos de sus años mozos se hacían llamar “Los jinetes de los
cien barrios porteños”. Todos ellos gastaban sus horas en las milongas, los
bares, las mujeres y el escolaso. En constante búsqueda de la fortuna apostaban
todos en el hipódromo de Palermo.
Arturo le
propone revivir aquellos días de gloria en los bailongos de las tanguerías, el
tiempo en que Lorenzo, eximio bailarín, tenía a las mujeres a su disposición,
Particularmente Arturo quiere volver a aquel período donde Lorenzo adivinaba
los números de las apuestas y generosamente les hizo ganar enorme cantidad de
dinero fácil. Pero, lo que fácil viene …
Ese es el
secreto de Lorenzo: veía los números cuando bailaba con “la japonesa”, aquella
misteriosa mujer que lo deslumbró, silenciosa compañera de baile, tan elegante
como intrigante. Solo veía los números en la pista cuando bailaba con ella.
Un día la
misteriosa oriental se fue. Y la suerte de Lorenzo terminó.
Arturo
trae un tiempo de gloria, de fortuna y tal vez, del amor. Aquel que Lorenzo no tuvo
ojos para apreciar mareado por la fortuna a sus piés, en el bailongo. Afortunado
en el juego…
Correcto
trabajo del elenco, como así también los rubros técnicos.
DRAMATURGIA: Isabel Sala
ELENCO: Hugo Bazan, Ricardo Bustos, Laura
D´antonio
VESTUARIO: Cecilia Ximenes
ESCENOGRAFÍA: Taller de escenografía del Teatro
El Popular, Sergio Sagiryan
ILUMINACIÓN: Eduardo Safigueroa
COREOGRAFÍA: Candelaria Cesar
DIRECCIÓN: Eduardo Bertoglio
Prensa: Correydile Prensa
Teatro EL POPULAR
Sábados 20 HS
Chile 2080 CABA
Crítica: Gustavo Oviedo
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