martes, 14 de mayo de 2019

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "LA TRASTORNADA"




             

Rondan los años ´40 en una Buenos Aires de glicinas y naranjos en flor, de radioteatro y cine de multitudes, de zaguanes y puerta cancel. En ese Buenos Aires naif de hombres eternamentes trajeados y chicas preocupadas por el qué dirán, dos hermanas (Nidia y Mabel) en su madurez (ya superaron su edad de merecer), transforman su amplia casona en un centro de rehabilitación espiritual, de lugar de internación y cura de mujeres con penas de amor, de espacio de contención para aquellas mujeres fisuradas por un amor lacerante y no correspondido, damas a las cuales la angustia corroe el alma.

¿Nidia y Mabel están preparadas para tal tarea? Pues ellas deciden que sí y se abocan con tesón a los tratamientos que implica la liberación de sus pacientes, sus congéneres perturbadas.

Y un día llega La Trastornada.

Ésta es una enigmática mujer, un alma en pena que camina desgreñada, fuera de horas, casi no come y no habla al punto que las hermanas la creían muda. Hasta que La Trastornada cantó.

Y por medio de su canto, esa muda que canta, cuenta sus endechas, su arrebato y tribulaciones, su amoroso desencanto, un amor que alguna vez la deslumbró y ahora la desequilibra.

Con su canto y su encanto, La Trastornada transformará la paz acordada entre hermanas y brotará el conflicto de un antiguo amor compartido con el mismo hombre, la posterior comprensión y la voluble cura.

La escenografía, vestuario e iluminación, están armónicamente compuestos. Aportan calidez e inocencia a un relato de cierta extrañeza.

El elenco realiza un trabajo meticuloso, siempre manejando el discurso escénico en la clave propuesta de verosimilitud y cofradía con el público. Respecto a éste último punto, María Inés Aldaburu compone un personaje delicioso, deudor del Igor de “El joven Frankestein” (Mel Brooks).

La dirección de Ariel Gurevich es muy buena y siempre mantiene el ritmo del espectáculo, teniendo el buen gusto de permitir el despliegue de excelentes actrices.

Este melodrama, estructurado como un musical en tono de varieté y ficción en constante articulación con el público, es digna de verse y disfrutar.

DRAMATURGIA: Ariel Gurevich

ELENCO: María Inés Aldaburu, Laura Esses, Marcela Farradás, Ariel Gurevich

VESTUARIO: Julieta Harca

ESCENOGRAFÍA:  Rodrigo González Garillo

ILUMINACIÓN:  Leandra Rodríguez

DIRECCIÓN MUSICAL: Diego Vila

COREOGRAFÍA:  Gustavo Lesgart

DIRECCIÓN: Ariel Gurevich

PRENSA: Octavia Comunicación



CENTRO CULTURAL 25 DE MAYO                    DOMINGOS  16 HS
          Av. Triunvirato 4444   CABA


Crítica: Gustavo  Oviedo




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