lunes, 13 de mayo de 2019

CRÍTICA A LA OBRA TEATRAL "ESTRATEGIA DE LUZ"





Todos somos estrategas de nuestra vida, todos nos planteamos un plan, como si estuviéramos jugando un juego. La vida y la muerte están en cada instante que vivimos. Morir es crecer un poco, morir es buscar la felicidad. Y eso somos, un instante de felicidad que no dejamos que la  muerte nos invite a su lecho, todos vamos al mismo lugar, si a un lecho. ¿Y que es “Estrategia de luz”? es un relato sobre la vida y la muerte, como llegamos al ocaso de nuestras vidas perdonados. ¿Esto es posible? Pregunta para Ana Genta, escritora de esta obra que te lleva a reflexionar a cerca de tus creencias, de ese perdón terrenal y partir, sin ataduras.

Tuve un gran problema en los primeros minutos que se inicia la obra, en su forma discursiva se la puede tomar como una obra evangelizadora. Alberto Isola, demuestra que no es cierto, la religión en este caso es una excusa para que la trama cobre sentido. Si son ellos católicos, no lo sé. Recuerdo que la ultima que fui a misa tenia trece años, después nunca la pise y no dejo que dios comulgue en mi mesa. Pero la obra habla de otra cosa, si bien toca la religión católica. Es una excusa, por eso me llegó, sin levantarme de la sala antes que termine. Eso es un logro de una obra bien escrita, bien dirigida, bien actuada, con una buena escenografía.

Sus personajes son Juana, la loca, y la monja Teresa de Ávila, al ver estos personajes pregunté,  ¿qué tango estoy bailando? Catolicismo, no puedo perdonar lo cobarde que nos hizo. La cruz vino con la espada, nosotros somos testigos de nuestra dominación, por eso no la celebro. Al ver a Juana, la loca, y a su confesora roge que no sea un obra confesión. Y si lo es, uno se confiesa, Juana cuenta sus pecados que nos son terrenales, más bien tiene que ver con el lugar que la historia la ubico.  La reclusión es para aquellos que no se amoldan a la cultura y presentan un desfasaje a la cultura. Al diferente lo recluimos, no vaya a ser que peligro para los interese morales de la sociedad. Y ese es lugar que ocupa Juana en la historia española. Sus pesares están en la obra, su dolor está en la obra. Y Adriana Genta los recoge y Alberto Isola le da vida.

No hemos hablado de historia, la pregunta es necesaria, tal vez con los personajes que te nombro hay reminiscencias de la vida de Juana, que me niego en este momento llamarla loca. No habla de historia, a pesar que uno puede pensar que la imaginación de Genta, de Isola se dispare por ese lado. A ellos no les importa ese momento histórico, para ellos la vida es una parábola. Ellos hablan de la locura, no  sólo es la de la reina incomunicada, sino también de aquella persona que viene a dar perdón por los pecados cometidos. A Juana la historia ya la había juzgado, el mundo no la entendía y esa incomunicación está presente en la obra. Juana está loca es vox populi. Poder, gloria, ambición, lujuria, placer la recorren de piel a piel. Ella tiene un castigo y lo tiene que cumplir, esa es su karma. Esta la contrapartida, esa persona que es la confesora, esa persona que le encomendó su alma a dios. La monja ha hecho votos de castidad, ella se no ha experimentado los placeres terrenales. Su placer es brindarse a aquel que no tiene una existencia física. No la juzgo, ambas están locas de amor y ese amor es lo que le sentido a la obra. En mi humilde opinión ambas están locas, una cumpliendo una función social, la otra por decisión de su marido. Ambas se juntan para crear “Estrategias de luz”. Y si me interpelan desde ella locura, muero a los pies del narrador, desde mi punto de vista todos estamos un poco trastocados de la cultura. Y me parece genial hablar que se utilice el teatro clásico como recurso, no es una obra clásica. Es una obra que utiliza un momento histórico para hacerlo contemporáneo. Y ese lugar que es la locura.

No hablamos de historia por ser intemporal su relato, su puesta en escena, Genta recoge elementos del teatro tradicional. Si me vas a decir que Shakespeare tiene vigencia, si pero esta la mano de Alberto Isola que lleva una ajustada puesta en escena, tal vez yo lo mire como teatro contemporáneo por mostrar esa locura divina que te dice vamos a bailar.

En la obra solo ves dos mujeres, Laura D' anna y Teresita Galimany que se sacan chispas, seguramente ellas no están locas, pero todos tenemos un poco de locura ya ahí recurrieron para poder dar vida a estos personajes.

Creo que si una obra te interroga, como espectador, ha alcanzado su objetivo. Y si me indago en todo mí ser. 

Salí con ganas de entrar a una iglesia a contar mis pecados, Dios no atiende tan tarde.


Funciones: sábados, 20 hs.
Lugar: CELCIT (Moreno 431, CABA)
Entradas: $350 general | $250 estudiantes, jubilados, docentes | $150 invitación especial | 2x1 club La Nación, Escena Club, Clarín 365
Informes: 4342-1026


Ficha técnica:
Dramaturgia: Adriana Genta
Elenco: Laura D´Anna, Teresita Galimany
Escenografía y vestuario: Alejandro Mateo
Iluminación: Soledad Ianni
Música original: Osvaldo Aguilar
Coreografía: Franklin Dávalos
Producción ejecutiva en Buenos Aires: Mercedes Kreser
Producción ejecutiva en Lima: Juan Carlos Adriánzen
Producción ejecutiva: Carlos Ianni
PrensaOctavia Comunicación
Asistencia de dirección: Andrea Albano
Dirección: Alberto Isola

Crítica: José Marina

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