Todos
somos estrategas de nuestra vida, todos nos planteamos un plan, como si
estuviéramos jugando un juego. La vida y la muerte están en cada instante que vivimos.
Morir es crecer un poco, morir es buscar la felicidad. Y eso somos, un instante
de felicidad que no dejamos que la
muerte nos invite a su lecho, todos vamos al mismo lugar, si a un lecho.
¿Y que es “Estrategia de luz”? es un relato sobre la vida y la muerte, como
llegamos al ocaso de nuestras vidas perdonados. ¿Esto es posible? Pregunta para
Ana Genta, escritora de esta obra que te lleva a reflexionar a cerca de tus
creencias, de ese perdón terrenal y partir, sin ataduras.
Tuve
un gran problema en los primeros minutos que se inicia la obra, en su forma
discursiva se la puede tomar como una obra evangelizadora. Alberto Isola,
demuestra que no es cierto, la religión en este caso es una excusa para que la
trama cobre sentido. Si son ellos católicos, no lo sé. Recuerdo que la ultima
que fui a misa tenia trece años, después nunca la pise y no dejo que dios comulgue
en mi mesa. Pero la obra habla de otra cosa, si bien toca la religión católica.
Es una excusa, por eso me llegó, sin levantarme de la sala antes que termine. Eso
es un logro de una obra bien escrita, bien dirigida, bien actuada, con una
buena escenografía.
Sus
personajes son Juana, la loca, y la monja Teresa de Ávila, al ver estos
personajes pregunté, ¿qué tango estoy
bailando? Catolicismo, no puedo perdonar lo cobarde que nos hizo. La cruz vino
con la espada, nosotros somos testigos de nuestra dominación, por eso no la
celebro. Al ver a Juana, la loca, y a su confesora roge que no sea un obra
confesión. Y si lo es, uno se confiesa, Juana cuenta sus pecados que nos son
terrenales, más bien tiene que ver con el lugar que la historia la ubico. La reclusión es para aquellos que no se amoldan
a la cultura y presentan un desfasaje a la cultura. Al diferente lo recluimos,
no vaya a ser que peligro para los interese morales de la sociedad. Y ese es
lugar que ocupa Juana en la historia española. Sus pesares están en la obra, su
dolor está en la obra. Y Adriana Genta los recoge y Alberto Isola le da vida.
No
hemos hablado de historia, la pregunta es necesaria, tal vez con los personajes
que te nombro hay reminiscencias de la vida de Juana, que me niego en este
momento llamarla loca. No habla de historia, a pesar que uno puede pensar que
la imaginación de Genta, de Isola se dispare por ese lado. A ellos no les
importa ese momento histórico, para ellos la vida es una parábola. Ellos hablan
de la locura, no sólo es la de la reina
incomunicada, sino también de aquella persona que viene a dar perdón por los
pecados cometidos. A Juana la historia ya la había juzgado, el mundo no la
entendía y esa incomunicación está presente en la obra. Juana está loca es vox
populi. Poder, gloria, ambición, lujuria, placer la recorren de piel a piel.
Ella tiene un castigo y lo tiene que cumplir, esa es su karma. Esta la
contrapartida, esa persona que es la confesora, esa persona que le encomendó su
alma a dios. La monja ha hecho votos de castidad, ella se no ha experimentado
los placeres terrenales. Su placer es brindarse a aquel que no tiene una
existencia física. No la juzgo, ambas están locas de amor y ese amor es lo que
le sentido a la obra. En mi humilde opinión ambas están locas, una cumpliendo una
función social, la otra por decisión de su marido. Ambas se juntan para crear
“Estrategias de luz”. Y si me interpelan desde ella locura, muero a los pies
del narrador, desde mi punto de vista todos estamos un poco trastocados de la
cultura. Y me parece genial hablar que se utilice el teatro clásico como
recurso, no es una obra clásica. Es una obra que utiliza un momento histórico
para hacerlo contemporáneo. Y ese lugar que es la locura.
No
hablamos de historia por ser intemporal su relato, su puesta en escena, Genta
recoge elementos del teatro tradicional. Si me vas a decir que Shakespeare
tiene vigencia, si pero esta la mano de Alberto Isola que lleva una ajustada
puesta en escena, tal vez yo lo mire como teatro contemporáneo por mostrar esa
locura divina que te dice vamos a bailar.
En
la obra solo ves dos mujeres, Laura D' anna y Teresita Galimany que se sacan
chispas, seguramente ellas no están locas, pero todos tenemos un poco de locura
ya ahí recurrieron para poder dar vida a estos personajes.
Creo
que si una obra te interroga, como espectador, ha alcanzado su objetivo. Y si
me indago en todo mí ser.
Salí con ganas de entrar a una iglesia a contar mis
pecados, Dios no atiende tan tarde.
Funciones: sábados, 20 hs.
Lugar: CELCIT (Moreno 431, CABA)
Entradas: $350 general | $250 estudiantes, jubilados, docentes | $150 invitación especial | 2x1 club La Nación, Escena Club, Clarín 365
Informes: 4342-1026
Ficha técnica:
Dramaturgia: Adriana Genta
Elenco: Laura D´Anna, Teresita Galimany
Escenografía y vestuario: Alejandro Mateo
Iluminación: Soledad Ianni
Música original: Osvaldo Aguilar
Coreografía: Franklin Dávalos
Producción ejecutiva en Buenos Aires: Mercedes Kreser
Producción ejecutiva en Lima: Juan Carlos Adriánzen
Producción ejecutiva: Carlos Ianni
Prensa: Octavia Comunicación
Asistencia de dirección: Andrea Albano
Dirección: Alberto Isola
Lugar: CELCIT (Moreno 431, CABA)
Entradas: $350 general | $250 estudiantes, jubilados, docentes | $150 invitación especial | 2x1 club La Nación, Escena Club, Clarín 365
Informes: 4342-1026
Ficha técnica:
Dramaturgia: Adriana Genta
Elenco: Laura D´Anna, Teresita Galimany
Escenografía y vestuario: Alejandro Mateo
Iluminación: Soledad Ianni
Música original: Osvaldo Aguilar
Coreografía: Franklin Dávalos
Producción ejecutiva en Buenos Aires: Mercedes Kreser
Producción ejecutiva en Lima: Juan Carlos Adriánzen
Producción ejecutiva: Carlos Ianni
Prensa: Octavia Comunicación
Asistencia de dirección: Andrea Albano
Dirección: Alberto Isola
Crítica: José Marina
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