El sábado próximo pasado, La Letra tal vez se hizo presente en el teatro Calibán para ver la obra El Barro se Subleva
Una
obra con mucho texto, poca pausa, muchísima metáfora y claramente apuntando a
la pasión. Uno intuye una crítica al consumismo y una descripción de lo social.
Pero todo queda librado a la imaginación del espectador y sus sentidos.
El Barro se Subleva es de alguna
manera, una búsqueda de un nuevo tipo de resistencia y uno de los grandes
aciertos está en las preguntas con las que se queda el espectador al retirarse
de la sala.
Norman
Briski le dijo a La Letra “El
barro se entiende que uno quiere eludir lo biográfico
pero está metido en la idea de la impotencia, entre lo que uno quiere para la
sociedad, para su país, para su continente, para todo, para el mundo, y lo
lejos que se pone a veces esa posibilidad que se aleja con todas estas cosas
que pasan. La invasión a Siria, los Kurdos, todos los incidentes y
contingencias que suceden que en vez de avanzar hacia un futuro mejor, se
diluye. Ese es el tema de Barro… , cómo hace esta persona para buscar nuevas
alternativas, que vitalicen su vocación de un mundo mejor(*).
La
actuación de Eduardo Misch es superlativa! La composición de distintos
personajes (con distintas voces y cambios corporales) le aportan a la obra un
matíz distinto y digno de resaltar.
La
escenografía cautivante para el ir y venir del actor, con una fosa delante de
la primera fila (¿era este teatro antiguamente un taller mecánico? Y si no lo
fue, es bastante parecido).
La
iluminación y musicalización condimentan de manera perfecta el texto y el
trabajo de Eduardo Misch, del que vale la pena resaltar su actuación
descomunal.
Ficha técnico artística
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