Tú me bastas, no busco a
nadie más, no quiero nada más que tú.
No busco de ti sexo. Ni carne rosa y vibrante, ni sudores, ni
gritos, ni piel.
No busco roces, caricias, ni besos en el pecho.
No copular, sino acoplarnos. No desvestirte: desnudarnos.
No las perlas, sino de la corona de tu existencia la joya del
centro.
Yo busco que me ames, que te desveles conmigo, que me desenredes, que me hables bajito. Que me leas.
Tus desvelos, tu poesía tímida, tu llanto, tus miedos, tus rezos.
Sexo.
No me importa el sexo.
El amor sabe más rico.
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