domingo, 29 de septiembre de 2019

CRITICA A LA OBRA “LA SUERTE DE LA FEA”






Ir a ver un espectáculo que se viene realizando hace varias temporadas con excelentes críticas no es fácil. No porque ya esté todo dicho, de hecho nunca leo otras reseñas de obras que me toca cubrir, sino porque a veces las expectativas parten de un piso muy alto y, excelentes productos, se ven luego desdibujados ante la exigencia de nuestra mirada.

Algo de ese temor flotaba por mi cabeza antes que “La suerte de la fea” iniciara una nueva temporada, esta vez, en el Teatro Picadero. Sin embargo, a poco de empezar la función me olvidé por completo de los colegas que me la habían recomendado y de los premios obtenidos.

Me sumergí en las vivencias que Luciana Dulitzky transmitía con extrema sutileza en el escenario. Conecté con ese mundo cruel, de soledad, lleno de injusticia y oscuridad que se abría en los bares de los años 20, en los que Orquestas de Señoritas, atraían a hombres lascivos que iban en busca de mujeres sensuales. Claro que esas mujeres, las figurantas, no eran las verdaderas artífices en la ejecución de las piezas musicales sino unas simuladoras. Porque había otras, las feas, que ocultas entre los telones o los fosos de las orquestas, interpretaban el repertorio. Mujeres llenas de erotismo, con una sensualidad diferente a la de los cánones tradicionales, músicas apasionadas pero con falta de belleza o con demasiados años encima para ser dignas de tocar a la vista de todos y de ser merecedoras de los aplausos por su arte.

De la suerte de estas mujeres, habla Mauricio Kartun. Y con un monólogo con dosis de humor, de melodrama y de situaciones bizarras el gran maestro de la palabra conquista a la platea.

Pero no hay dos sin tres. Y la tercera variante de este producto es la mirada sensible de Paula Ransenberg en la Dirección, que hace que todo en esta obra logre estar en el plano justo: los momentos que transita la obra, los matices de la actuación, la escenografía y el vestuario de Alejadro Mateo (que en ese espacio reducido vuelve aun más inmensa la interpretación de Luciana Dulitzky) y la música en vivo del violinista Federico Berthet.

No importa cuánto se ha dicho de esta obra. A veces los planetas se alinean, y pase lo que pase, los espectáculos nos llenan haciéndonos salir rebosantes de buen teatro. Y esta es, sin dudas, ¡una de esas situaciones!


CRITICA: CAROLINA AVIGLIANO

Ficha técnico artística
Dramaturgia: Mauricio Kartun
Actúa: Luciana Dulitzky
Intérpretes: Federico Berthet
Peinados: Granado
Diseño de vestuario: Alejandro Mateo
Diseño de escenografía: Alejandro Mateo
Diseño de luces: Fernanda Balcells
Realización de escenografia: Los Escudero
Realización de vestuario: Lucina Tropini
Música: Federico Berthet
Fotografía: Sofía Montecchiari, Ale Ojeda
Diseño gráfico: Zkysky
Asistencia de dirección: Marcelo E. De León
Prensa: Simkin & Franco
Dirección: Paula Ransenberg

Duración: 50 minutos

Domigos 16:30 hs

Teatro Picadero - Enrique Santos Discépolo 1857 (CABA)

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